Zidane es aire fresco
El francés debuta hoy contra el Deportivo con la misión de seducir al Bernabéu, borrar los pitos y hacer que todos defiendan
Puede que no sepa dónde se ha metido, aunque asegura que sí, pero Zinedine Zidane irradia ilusión y felicidad. La magia que trajo en su primer entrenamiento al frente del Real Madrid el día de Reyes sigue en el aire y parece no gastarse nunca. Lo necesitaba el club, en plena inercia, moribundo pese a las victorias, sin ganas de jugar —o eso transmitía—, sin saber siquiera a qué jugaba, y pitado por su público día sí y otro también. “Yo lo que quiero es que empiece ya el partido”, decía ayer Zidane, ansioso por empezar su andadura en el banquillo blanco y demostrar que lo que ha visto estos días —“un equipo concentrado, metido, que quiere hacer las cosas bien y que trabaja con intensidad”— es de verdad y no fruto de alucinaciones.
Esta tarde recibe al Deportivo (20.30, Canal + Liga) con la misión de seducir al Bernabéu, borrar los pitos, frenar la sangría de goles (14 ha encajado el equipo en las últimas ocho jornadas, por los cuatro de las diez primeras) y hacer que el Madrid juegue como equipo y todos defiendan.
Para ello no renunciará a jugar con Bale, Benzema y Cristiano arriba. “Cuando no tenemos el balón, vamos a trabajar todos, esa es mi idea y ese es el mensaje que he transmitido. No puedes tener a uno, dos o tres jugadores que no defienden. Cuando tenemos el balón, a jugar. La mejor manera para no defender es tener el balón”, analizó ayer Zidane en la sala de prensa de Valdebebas.
“Esto es otra dimensión”
El pasado lunes estaba preparando el partido del Castilla, en Segunda B, y esta tarde se sentará en el banquillo del Bernabéu. Lo hizo ya, al lado de Ancelotti, como ayudante. Pero una cosa es echar un cable y otra mandar y asumir responsabilidades. “Esto es otra dimensión”, dijo ayer haciendo sonreír a todos en más de una ocasión. En sus años madrileños se le ha pegado la coletilla “¿sabes?” al final de cada respuesta.
¿Qué diferencias ha notado en estos tres días desde su época de segundo entrenador?, le preguntaron. “Hoy soy el máximo responsable, pero hace dos años con Carlo (Ancelotti) tenía la confianza total de los jugadores y lo pasé muy bien. Veía, miraba, observaba y estaba callado, me interesaba estarlo. Hablaba de vez en cuando a solas con ellos y me quedaba a hacer trabajo individual con algunos después de los entrenamientos”, contestó.
Ahora manda. Lo hace, además, convencido de que es imposible que las cosas salgan mal con una plantilla con tanta calidad y tantas ganas de trabajar. De eso habló Zizou, según contó ayer, a solas con Benzema. “Le he dicho a Karim: ‘¡Madre mía, qué calidad tenéis!’. No pierden el balón, cuando hacemos una posesión es difícil quitárselo, tenemos una calidad tremenda. Es un placer verlos desde fuera”, confesaba.
Le he dicho a Karim: ‘¡Madre mía, qué calidad tenéis!’ No pierden el balón, es un placer verlos"
Al grupo se le ve risueño como no se le veía desde la época de Ancelotti. “Espero tener algo que ver con que el equipo esté alegre”, bromeó ayer Zidane. “Yo estoy feliz, contento y me siento fuerte. Vamos a ir a por todas”, prosiguió pidiendo el apoyo de la afición que esta temporada sólo ha llenado el Bernabéu en dos ocasiones (contra el Barcelona y el PSG). “Lo que quiero del público es apoyo total. Le vamos a dar alegrías. Quiero que la gente disfrute del fútbol y de su equipo”, aseguró.
Dijo que dormiría una noche tranquila porque el entrenamiento había sido bueno. Los jugadores están convocados para hoy a las 11.30. De la lista se han quedado fuera Kovacic (sancionado), Nacho, Arbeloa y Cheryshev.
¿Hay algo de esta nueva aventura que le preocupe?, le preguntaron a Zidane, que se lo pensó un poco antes de contestar. “De momento no. Sé donde estoy, sé que es un cargo muy complicado, pero creo que estoy preparado y eso es lo más importante porque cuando estás preparado el resto viene solo”.
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