El Málaga bombardea al Celta
Los andaluces suman su cuarta victoria consecutiva ante un rival donde falló el portero Rubén Blanco y se notó la ausencia de Augusto
Se desinfla el Celta. Y en esa caída influyen de manera decisiva factores internos y externos. Los primeros tuvieron que ver con la política de rotaciones de Berizzo en la portería, donde una semana juega Sergio y otra Rubén. En Málaga le tocó el turno a Rubén, un flan desde que fallara de forma estrepitosa en su salida en el primer gol de los andaluces. Los segundos, los externos, señalan a Augusto, traspasado al Atlético de Madrid, y las lesiones, que privan a los gallegos del concurso de Nolito, un futbolista esencial por su calidad y carisma. En ese cúmulo de adversidades se fraguó la derrota del Celta.
En ellas y, como no, en el magnífico momento que atraviesa el Málaga. Los de Javi Gracia acumularon su cuarta victoria consecutiva en la Liga, con lo que han pasado del descenso a la tranquilidad absoluta. El Málaga parece otro desde el momento en que Camacho regresó al centro del campo tras superar sus lesiones, Amrabat dejó a un lado la irregularidad y Charles le cogió el gusto a hacer goles. El Málaga se ha levantado cuando peor pintaban las cosas, tanto en el aspecto social como en el deportivo, lo que dice mucho del trabajo de Gracia y sus futbolistas. Intenso y combativo, siempre fue superior al Celta, impotente ante el despliegue de los andaluces, seguros en defensa y muy fiables.
MÁLAGA, 2-CELTA, 0
Málaga: Kameni; Rosales, Albentosa, Weligton, Boka; Recio, Camacho; Amrabat, Juanpi (Duda, m. 80), Cop (Fornals, m. 61); y Charles (Ontiveros, m. 88). No utilizados: Ochoa; Filipenko, Horta y Santa Cruz.
Celta: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Cabral, Jonny (Bongonda, m. 56), Planas (Radoja, m. 78); Sergi Gómez; Orellana, Wass, Pablo Hernández, Señé (Sergio, m. 65); y Aspas. No utilizados: Borja Fernández, Madinda, Drazic y Guidetti.
Goles: 1-0. M. 7. Charles. 2-0. M. 26. Albentosa.
Árbitro: Vicandi Garrido. Expulsó a Rubén Blanco con roja directa (m. 63). Amonestó a Cabral, Amrabat, Pablo Hernández, Recio, Camacho y Charles.
La Rosaleda. 17.635 espectadores.
Todo empezó a cocerse en un balón al área de Rosales al que acudió Rubén Blanco dejando desguarnecida su portería. Charles aprovechó el regalo para batir a uno de sus exequipos. A los siete minutos ya ganaban los andaluces. En el Celta dolía ver a Sergi Gómez, un central, intentando sacar el balón en la posición de mediocentro. Sin Nolito ni Augusto, los detalles de calidad los pusieron Aspas y Orellana. El pase del delantero al chileno en el minuto 21 fue de los caros. Orellana, con todo a favor, falló. Una belleza de jugada sin gol. Todo lo contrario del segundo tanto del Málaga. Un córner de Recio al área pequeña, una salida en falso de Rubén y Albentosa, sin saltar, hizo el segundo también de cabeza para los andaluces. Era el minuto 26. De ahí, al descanso, llegó el desconcierto del árbitro Vicandi (menuda semana) muy poco ayudado por los jugadores, antideportivos y teatreros. Eso sí, hubo otro jugadón entre Orellana y Aspas, que le dio el gol hecho a Wass. Su remate se fue al larguero poco antes del descanso.
Corrió riesgos Berizzo en la segunda mitad. El Celta se alargó, pues no tenía más remedio, apretado por el marcador en contra. Llegó un intercambio de golpes donde el Málaga, siempre más agresivo, gozó, sin embargo, de las mejores ocasiones.
Vicandi decidió acabar con el partido expulsando al meta Rubén en una jugada que pudo ser penalti, pero en ningún caso tarjeta roja, ya que Amrabat no enfilaba la portería. El delantero lanzó de manera horrible el penalti, rechazado por Sergio. Fin a las rotaciones en la portería del Celta y fin, también, a la espantosa noche de Rubén Blanco en Málaga. Se trata del cuarto penalti consecutivo que falla el conjunto andaluz en lo que va de Liga, todo un registro, como los 200 partidos que el central Weligton sumó con el Málaga en Primera. La noche, por lo tanto, resultó redonda para un Málaga al alza.
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