Un Celta de Champions

Confirmado como una de las revelaciones de la Liga, el Celta demostró en Granada que presenta credenciales para pelear con absolutas garantías por la cuarta plaza. De momento, se asienta en ella mientras rivales como Sevilla y Valencia sestean, incapaces de seguir el ritmo de un equipo que desprende vitalidad y frescura. Y lo hace con partidos donde muestra una superioridad insultante, un juego de mucha calidad y muy veloz que resulta toda una delicia. Primoroso en el primer tiempo y práctico en el segundo, los de Berizzo son una de las noticias agradables de la competición.

En la sala de máquinas donde se gestan las prestaciones del Celta desempeña un papel estelar Orellana. En Granada, donde conocen muy bien al chileno, el extremo se convirtió en mediapunta para asistir a sus compañeros, marcar y, encima, ayudar una barbaridad en defensa. El conjunto de Berizzo no sufrió con las ausencias de Nolito ni de Pablo Hernández. Bien asentado por Augusto y Wess, el Celta aguantó el empuje inicial de un Granada al alza para destrozar al equipo de Sandoval en una jugada al alcance de muy pocos equipos. Una extraordinaria pared entre Aspas y Señé dejó en el área al joven extremo del Celta, que le dio el balón en bandeja a Orellana. La jugada se gestó en un suspiro y fue perfecta, rompiendo el fuera de juego gracias a su precisión y verticalidad.

El Granada, que fiaba su suerte al buen momento de Peñaranda y las internadas de Success, acusó mucho el golpe. Es un equipo que Sandoval intenta hacer competitivo, pero le cuesta mucho hacer gol y, a veces, especula demasiado. Venía, no obstante, de enlazar dos triunfos consecutivos en Liga y Copa. Los andaluces no pudieron con el vendaval gallego. El segundo gol fue, de nuevo, una muestra del fútbol total de los de Berizzo. Orellana asistió a un lateral, Jonny, que actuaba de central. Se metió en el área como si fuese un extremo para dar el pase de la muerte a Aspas, que marcó con un sutil toque dentro del área pequeña. Aspas sigue demostrando que necesita sentirse importante para ofrecer sus mejores prestaciones, algo que no pudo lograr ni en Liverpool ni en Sevilla.

Sandoval intentó variar el rumbo del partido con la entrada de El Arabi, su teórica estrella, por Fran Rico. Success y Planas mantuvieron un bonito duelo en la banda y el Celta fue capeando, sin demasiada dificultad, el lógico empuje de los andaluces. Orellana ya no brillaba tanto como en la primera mitad y el Celta fue virando de un juego brillante a otro mucho más práctico, asentado en la buena renta cosechada en la primera mitad.

El Granada no le creó ni una ocasión al Celta, mientras que los gallegos todavía pudieron hacer el tercero después de un jugadón de Señé, futbolista proveniente del Oviedo que ofreció grandes detalles en Los Cármenes.

Buen Celta en Granada, que puede perder en este mercado invernal a uno de sus mejores hombres, Augusto, al que pretende el Atlético de Madrid. Mientras, se consolida en los puestos altos de la clasificación con un fútbol alegre y valiente. Puede que la Liga se le haga larga, pero ahí reside su gran reto para alcanzar una plaza en la mejor competición del mundo.