Demasiada Noruega para España
Las Guerreras pierden el último partido de la fase de grupos ante las vigentes campeonas europeas y jugarán ante Francia en octavos
Como una pesadilla recurrente. Como ese mal sueño que vuelve y vuelve en cada campeonato, Noruega se ha convertido en la némesis de la selección femenina de balonmano. España claudicó ayer contra las escandinavas en poco más de 10 minutos del primer tiempo. Un parcial de 10-2 condenó a Las Guerreras a sumar su cuarta derrota consecutiva contra las nórdicas y la segunda en este Mundial.
El ansia de revancha se palpaba en el ambiente. No era un partido más. En el recuerdo de las españolas quedaba el poso amargo de la plata europea del año pasado —Noruega las ganó en la final—. Las jugadoras de Dueñas aguantaron los primeros envites del balonmano vertiginoso de su rival. Por momentos mandó en el marcador, aunque sin grandes diferencias. Y llegó el mareo ante tanta carrera. De un plumazo, las escandinavas sumaban goles y España fallos. Una combinación perfecta para decir adiós al encuentro.
El seleccionador pidió calma para evitar las precipitaciones. Dio igual, tanto en la vanguardia como en la zaga tenían los plomos fundidos. Puestos a fallar, hasta los cambios parecían una ardua tarea. Ainhoa Hernández entró antes de tiempo a la pista y le costó una exclusión.
Noruega, 29 - España, 26
Noruega: Solberg, Skogrand (1), Mork (6), Oftedal (3), Kristiansen (1), Herrem (3) y Loke (2) Grimsbo, Molid, Ingstad, Sulland (4), Wibe (1), Riegelhuth, Kurtovic (4), Solberg (1) y Tomac (1).
España: Navarro, Carmen Martín (2), Elorza (2), Chávez (1), Lara González, Cabral (3) y Eli Pinedo (2), Zoqbi, Marta López (1), Núñez, Nely Carla Alberto (1), Mangué, Aguilar (2), Pena (9), Egozkue (2) y Ainhoa Hernández (1).
Marcador cada cinco minutos: 3-2, 5-4, 8-7, 12-9, 16-9 y 18-12 (Descanso). 21-16, 21-17, 24-19, 27-22, 29-24 y 29-26 (Final).
Árbitros: Lah y Sok (SLO). Expulsaron por tres exclusiones a Heidi Loke (m.59); Además excluyeron por dos minutos a Molid, Herren y Ainhoa Hernández.
Arena Nord. 1.259 espectadores.
Pese al desconcierto generalizado ante el vendaval noruego, la selección española quiso lavar su imagen. En cierta medida lo consiguió al dejar la diferencia final en tan solo tres tantos. Impensable sin el ataque de amor propio de Nerea Pena que, en el segundo acto, tomó los galones y anotó ocho tantos.
Las Guerreras ponen punto final a la fase de grupos con los octavos asegurados. El lunes (Tdp, 17:45) espera Francia en el primer choque decisivo. Desde los Juegos de Londres de 2012, donde empataron, no se ven las caras. El músculo de las galas puede ser un problema serio para los apagones defensivos de España, pero con todo el plantel en forma, Marta Mangué incluida, las fuerzas estarán más igualadas.
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