Bakambu ajusticia al Rayo

El Rayo convierte los partidos en una lotería, en una apuesta a todo o nada, sin pedrea alguna. Su ambición desmesurada le pierde en ocasiones, como sucedió en El Madrigal. Mejor el conjunto de Jémez en muchas fases del encuentro, buscando la victoria se dejó vencer ante un Villarreal en el que cada partido se está convirtiendo en un drama, perdiendo efectivos por el camino. Ante el conjunto vallecano cayeron Jaume Costa y Jonathan dos Santos, sumando el grupo de Marcelino siete bajas por lesión. Con todo, con más alma que fútbol, el Villarreal, falto de confianza, remontó con dos goles de Bakambu, para alcanzar una victoria balsámica, necesaria y accidentada ante un Rayo excelso, con más juego que malicia en las áreas lo que resta credibilidad a su loable propuesta.

El Rayo garantiza el espectáculo, partidos abiertos, interesantes, bellos de presenciar. Más si se enfrenta a un equipo como el Villarreal, que pretende siempre ser protagonista a partir del esférico, lo que también procura el conjunto de Paco Jémez, un romántico del fútbol que procura finura y ambición a sus equipos. No renuncia al Rayo a iniciar el juego a partir de su portero, en estos momentos Yoel, cedido por el Valencia sustituyendo a Toño, lesionado de gravedad. Asume con naturalidad el riesgo el grupo de Jémez que al cuarto de hora perdió a Ebert por lesión. En el calentamiento también sufrió molestias Lass que no pudo salir en el once vallecano.

Una victoria en los últimos siete partidos de liga está mermando la moral al Villarreal, diezmado por las lesiones, focalizadas en estos momentos en la defensa, lo que obligó a Marcelino a situar a Jaume Costa en el lateral derecho, dejando su puesto en el carril izquierdo al juvenil Adrián Marín, presente el canterano ante el Getafe en la jornada anterior. Antes del descanso, Jaume Costa tuvo que retirarse lesionado, al igual que Jonathan dos Santos en la segunda mitad. Con Mario y Rukavina lesionados también, al igual que los dos laterales diestros del filial, Marcelino tuvo que reinventar el equipo tras el descanso.

Apostó el técnico asturiano por reforzar el centro del campo, con Pina y Bruno en el eje, sin futbolistas de banda específicos, ubicando en los costados a Jonathan dos Santos y Denis Suárez, jugadores con gran capacidad de asociación y menos percusión y desborde.

Con Llorente omnipresente en tareas defensivas, el Rayo sostenía las llegadas del conjunto castellonense, falto de precisión en el último pase y en el remate, con el balón repartido entre ambos equipos, sin apenas profundidad los vallecanos, con buena concepción del juego, bien dispuesto en el terreno de juego. En un despiste defensivo del Villarreal, se adelantó el Rayo en el marcador. En un saque de banda, Jozabed hizo bueno su desmarque de ruptura, ubicando el esférico en la escuadra izquierda de Aréola tras un formidable disparo. Faltaban cinco minutos para el descanso y el Villarreal tuvo una buena reacción, generando tres ocasiones en la portería de Yoel mal resueltas antes del receso.

Sin Jaume Costa, Jonathan dos Santos retrasó su posición al lateral, entrando tras el descanso Samu Castillejo y Trigueros, apostando a todo o nada Marcelino, necesitado el Villarreal de una remontada a la espera del Madrid en la próxima jornada. El riesgo le pudo costar un nuevo gol del Rayo tras una gran acción de Embarba abortada por Víctor Ruiz, decidido el conjunto de Jémez para matar el partido. No lo hizo, y en una salida de Víctor Ruiz desde la defensa, el central habilitó a Samu Castillejo cuyo centro raso terminó en gol de Bakambu tras una pared de Soldado. A Jémez le disgustaba el empate y terminó el encuentro con tres delanteros, con la entrada de Miku y Manucho. Se pegó un tiro en el pie el Rayo. Buscando la victoria se encontró con la derrota. Bakambu de nuevo, asistido por Denis Suárez, lograba una remontada accidentada del Villarreal.