El Reus se encomienda a las avellanas
El equipo, líder de su grupo de Segunda B y profesionalizado desde la llegada de Joan Oliver, recibe al Atlético en la Copa
En Reus siempre hubo más interés por las bolas de caucho que por las pelotas de cuero, y los Reyes Magos repartían más patines que botas de tacos. La relación de la capital del Baix Camp con el hockey patines es larga y fructífera. La ciudad fue subsede olímpica en 1992 y el Reus Deportivo luce siete Copas de Europa, la última en 2009, ganada al Vic después de dejar al Barça en la cuneta. Sin embargo, ahora el equipo de fútbol está de dulce.
El rojinegro fue uno de los conjuntos del pelotón de los modestos que pasó el corte para cruzarse con uno de los grandes en la Copa del Rey y se va a enfrentar al Atlético de Madrid (20.00, TVE). Y el cruce le llega en buen momento porque ahora mismo es el líder del grupo 3 de Segunda División B. El sábado le ganó al filial del Valencia con un gol de David Haro, jugador que el año pasado militaba en L’Hospitalet y que ya jugó contra los de Simeone en similar eliminatoria de Copa.
Los aficionados presumen de que el Reus de Natxo González gana incluso cuando no está fino, por inercia, como si jugara bao el influjo de la buena estrella que exhibe su vecino Sergi Roberto en el Barça. Ya lleva un año sin perder en su casa. El equipo ha convertido en un fortín el pequeño estadio, con capacidad para 4.700 espectadores, que se halla rodeado de almacenes y fábricas, muchas de ellas dedicadas a los frutos secos.
El ascenso como meta
En uno de los vídeos que el club ha editado para promocionar la visita del Atlético, la popular avellana de Reus se presenta como la fórmula secreta del equipo para hacer correr a los jugadores como gamos. Más que de pócimas mágicas, en cualquier caso, al club le gusta hablar de estabilidad, constancia y trabajo para justificar su salto cualitativo. Desde hace dos años, el Reus está en manos de Joan Oliver, el que fuera director general del Barça en la junta de Joan Laporta.
Oliver, que lidera diversos proyectos empresariales relacionados con el fútbol y la formación de jugadores, aterrizó en Reus para cubrir sin sustos los dos millones de euros del presupuesto anual. Desde el principio anunció su intención de “profesionalizar” todas las áreas del club y de poner al primer equipo en Segunda. Falló en el intento la pasada temporada al caer en la promoción contra el Racing de Ferrol. La derrota dolió y aun escoció más cuando el archirival de enfrente, el Nàstic de Tarragona, sí lograba el pasaporte para la división de plata. En Reus, allí donde tantas veces se ha sonado la frase de “vosotros dedicaros al hockey”, quieren ser grandes también sin patines.
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