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Wawrinka, un señor semifinalista

El tenista de Lausana apea al escocés Murray (7-6y 6-4) y medirá el estado de gracia de Federer, que el año pasado le eliminó en la misma ronda tras una velada muy polémica

Alejandro Ciriza
Wawrinka golpea de revés la pelota ante Murray.
Wawrinka golpea de revés la pelota ante Murray.Alastair Grant (AP)

Resulta que Stanislas Wawrinka, del que poco se hablaba, de los que pocos incluían en las quinielas, del que se esperaba poco tras el meneo recibido en su primer día por parte de Rafael Nadal, del voy y vengo Stan, es ya todo un semifinalista de la Copa de Maestros. Y, en el fondo, tampoco debería haber sido ninguna sorpresa, porque el suizo comparecerá por tercera vez consecutiva a esas alturas del torneo en otras tantas participaciones. Se dispersó en el estreno, contra Nadal, y agradeció la indulgencia de Ferrer su segunda tarde, pero ayer rubricó un triunfo con todas las de la ley contra el héroe local, el ojito derecho de la grada inglesa, Andy Murray. Marcador final: 7-6 y 6-4, después de una hora y 54 minutos.

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Ahora, el de Lausana se medirá (21.00, Canal+ Deportes2) a su compatriota Roger Federer, con el que tiene un balance muy desfavorable en los cruces particulares: 17-3 a favor del caballero de Basilea. En los más recientes, los de este año, Federer sale menos airoso: 2-1. Se impuso tanto en las semifinales del último, del US Open, como las de Roma; entremedias, sin embargo, una alegría para Wawrinka en los cuartos de final de Roland Garros, allí donde levantó contra todo pronóstico la Copa de los Mosqueteros ante el número uno de la ATP, Novak Djokovic.

Sea como fuere, Wawrinka luchará por estar otro año más en la final. El año pasado, quien se interpuso en ese objetivo fue precisamente Federer, vencedor de un duelo muy caliente, que terminó entre reproches por las voces de la mujer del de Basilea para desconcentrar al rival. Federer, entonces, levantó cuatro match points, aunque luego renunció a la final porque unos días después quería lograr (y así lo hizo) su primer título de la Copa Davis.

Ayer, el duelo que cerró la noche en el O2 dejó también una imagen colérica: Murray estrellando la raqueta contra el suelo, porque después de equilibrar un 5-2 adverso en el segundo parcial, igualó y el noveno juego llegó a disponer de 15-40 a su favor. No lo supo cerrar y avivó a Wawrinka, al que se le empezaba a atacar la derecha por la tensión, pero que supo mantener el tipo y se aseguró la clasificación. Ahora sí, Murray podrá pensar ya exclusivamente en la final de la Copa Davis (27-20 de este mes, contra Bélgica, en Gante). El escocés escucha la arenga: Gran Bretaña le llama para terminar con la sequía.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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