Mario: “Cazorla dice que antes no metía goles así”
El lateral del Villarreal vive con humildad su tanto a Inglaterra y su explosión en la selección
“Eso no lo hacías antes, no metías esos goles”, le bromea estos días su excompañero en el Villarreal, Cazorla, a Mario Gaspar (Novelda, 25 años). “Mis amigos también me dicen que ese no era yo. Me lo han enviado al móvil más de 50 veces”, se ríe la gran sensación de la selección española tras convertirse en el primer defensa que marca dos goles en sus dos primeros partidos como internacional.
“He visto el tanto a Inglaterra muchas veces y me parece mejor de lo que creía en el campo”, admite sobre ese espectacular remate acrobático con el que superó al meta inglés a Hart. “Siempre he hecho goles, aunque esto es una cuestión de rachas”. Entre los más sonados, uno que le hizo a Diego López en el Bernabéu: “Fue cerca de la frontal del área. Con el tiempo mejoras el disparo”, relata este admirador de Puyol y Sergio Ramos: “Me gustan ese tipo de jugadores, fuertes y raciales que dominan los partidos con su lucha”.
“He visto el tanto a Inglaterra
Mario es el superviviente de una criba que en su día ya fue muy selecta. Él pertenecía a un grupo de 17 jugadores de la cantera del Albacete que fueron a parar al Villarreal en una operación destinada a aliviar las arcas del club manchego. Los técnicos de las categorías inferiores del Villarreal eligieron a dedo a los que creyeron los más aptos, que emigraron por un total de 1,8 millones de euros. “Sólo Gálvez, que ahora está en el Werder Bremen tras pasar por el Rayo, y Matilla, que juega en el Betis, hemos llegado a consolidarnos en Primera División”, asegura.
Hijo de un transportista de especias, “la mayoría de las que ven en los supermercados se envasan en Novelda”, Mario está enganchado a Juego de Tronos, pero a los libros: “Ya voy por el quinto”. No tiene reparos en considerarse un currante del fútbol. “Cristiano o Messi tienen que entrenarse también, pero los jugadores como yo vivimos del trabajo porque somos muchos de un nivel parecido”. Esa predisposición al sacrificio fue lo que convenció a Marcelino, que cuando llegó al Villarreal en enero de 2013 le vio pasado de peso y con pocas opciones para formar parte del plan que tenía en la cabeza. Dos semanas después, el técnico ya le decía a sus ayudantes que jugaban “Mario y diez más”.
“Me gustan ese tipo de jugadores,
“Marcelino me ha dado mucha confianza y el estilo que ha impuesto me beneficia. Somos un equipo ofensivo en el que los laterales tienen importancia en ataque”, admite. Del Bosque también está satisfecho con su rendimiento y con su polivalencia. “En los infantiles del Novelda jugaba como central. Fue en el Albacete donde me reconvirtieron a lateral”, dice horas antes del viaje a Bruselas. “Pensamos más en lo que ha sucedido en Francia que en lo que pueda haber en Bélgica. Si vamos es porque hay seguridad”.
Pese a ser alicantino, Mario admite que tiene que aprender a hacer paella. “En casa de mis padres está escrito que los domingos no se come otra cosa. Cada vez que tengo uno libre voy”.
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