Coe da más transparencia a la IAAF y suspende la fiesta del atletismo

Puede que los más inteligentes aprendan de los errores de los tontos, pero la mayoría solo llega a imitar sus aciertos. Así, siguiendo los pasos de la Unión Ciclista Internacional (UCI), que ya pasó su propia tormenta interna (el caso Armstrong) y atajó las sospechas creando una comisión antidopaje independiente, y los de la FIFA, que tras la sanción a su presidente Sepp Blatter modificó su código ético, Sebastian Coe, presidente de la federación internacional de atletismo (IAAF), anunció esta tarde que su organismo no solo ha adoptado las mismas medidas sino que, además, ha puesto en marcha una auditoría interna para saber exactamente qué IAAF le ha dejado Lamine Diack, el presidente de los últimos 16 años, hasta agosto.

La imputación de un delito de corrupción a Diack y varios de sus colaboradores por presuntamente solicitar sobornos para tapar casos de dopaje han hecho sospechar al explusmarquista mundial de los 800m y los 1.500m que debajo de las alfombras hay más basura aún que la que podía imaginar. Tan abrumado está COE que ha suspendido la fiesta anual del atletismo mundial, la cena de gala en la que se entregan los premios a los mejores del año, una medida sin precedentes convertida en obligatoria ya que el organizador oficial del evento es la fundación de la IAAF, que preside Diack. “Evidentemente, dada la nube que oscurece nuestra asociación, no es el momento de ningún festejo”, dice el president desde el 30 de Agosto en un comunicado.

La primera medida que ha tomado Coe tras la imputación de su antecesor ha sido permitir que los miembros de la comisión ética puedan informar de los casos que se traen entre manos y comentar la situación en la que se encuentran. Cuando la FIFA dio el mismo paso con su propia comisión ética se pudo confirmar, por ejemplo, que el presidente de la federación española de fútbol, Ángel María Villar, estaba entre sus investigados.

Este cambio se ha aprobado con efecto inmediato, pero las otras modificaciones para lograr una mayor transparencia y una mejor gobernanza de los asuntos del dopaje deberán aprobarse el último fin de semana de noviembre, cuando se reúna en Mónaco el Consejo de la IAAF. El principal paso es la creación de un órgano independiente para gestionar los programas de integridad y de lucha contra el dopaje, que contará con un tribunal antidopaje que juzgará todos los casos. Actualmente, como en la mayoría de los deportes, son los comités sancionadores de las diferentes federaciones nacionales quienes se hacen cargo de los expedientes de dopaje, lo que, aumenta las posibilidades de corrupción y como se vio en España con los casos de Josephine Onyia o Marta Domínguez, genera conflictos y un final impepinable en el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS).