Peyton Manning no se quiere retirar
El quarterback, criticado por una baja de rendimiento, ayudó a Denver a quitarle el invicto a Green Bay
Después de 18 años en la NFL, cuatro cirugías en el cuello y el declive natural de sus 39 años de edad, es imposible que Peyton Manning sea el mismo que hasta hace unos años podía sacar adelante por sí mismo a un equipo. ¿Qué tan cerca está el fin de la carrera de uno de los mejores y más productivos quarterbacks en los más de 80 años de historia de la NFL?
Peyton Manning respondió a la pregunta la noche de este domingo, curiosamente el Día de Muertos. Aunque ahora requiere de ayuda para sacar adelante a su equipo, está más vivo de lo que muchos creen. Completó el 71.4% de sus envíos (21 de 29) para lograr 340 yardas y aportar su grano de arena y ayudar a los Denver Broncos a vencer 29-10 a los Green Bay Packers.
Ficha del juego
EQUIPO 1 2 3 4 T
Packers 0 7 3 0 10
Broncos 7 10 7 5 29
LÍDERES
Por pase
Aaron Rodgers (GB), 14 pases completos, 22 lanzados, 77 yd.
Peyton Manning (Ind), 21 pases completos, 29 lanzados, 340 yd, 1 INT.
Por carrera
Eddie Lacy (GB), 11 acarreos, 38 yd, 1 TD.
C.J. Anderson (Den), 14 acarreos, 101 yd, 1 TD.
Por recepción
Randall Cobb (GB), 6 recepciones, 27 yd.
Demaryius Thomas (Den), 8 recepciones, 168 yd.
La victoria le permitió a los Broncos mantener su marcha perfecta de siete partidos ganados en la presente campaña. Le quitó el invicto a los Packers (6-1), cuya ofensiva poco pudo hacer ante la defensiva de Denver. Green Bay se encontró con un Manning que enseñó que la fuerza y precisión de su brazo derecho aún puede hacer daño.
A diferencia de lo que hizo en Indianápolis de 1998 a 2010 y en los últimos tres años con Denver,, Manning necesita ahora la ayuda de una defensiva que agobie al rival y un juego ofensivo terrestre. Ayer obtuvo ambos.
La magnitud del encuentro –dos rivales invictos y favoritos para llegar al Super Bowl—fue el marco ideal para ver trazos del viejo Manning ante los Packers. En cuanto comenzó a buscar a sus receptores en rutas profundas de pase (camino a seguir por los receptores para atrapar el balón), Manning provocó que la defensiva de Green Bay fuera más cauta al presionarlo o al cubrir zonas cortas de pase.
Al mismo tiempo, eso le ayudó a su ataque terrestre, encabezado por C.J. Anderson, a encontrar espacios y ser la comparsa ideal para su quarterback. En los dos primeros ataques con anotación de Denver, Manning atacó el perímetro (defensiva profunda o aérea) de los Packers con pases largos.
Un pase de 30 yardas a Demaryius Thomas, quien llegó hasta la yarda 7 del territorio de Green Bay, preparó el touchdown que llegó tres jugadas más tarde con una carrera de una yarda a la zona final de Ronnie Hillman y que abrió la pizarra a favor de Denver.
En la ofensiva en la que Broncos aumentó su ventaja a 14-0, Manning repitió la dosis con un envío de 47 yardas otra vez a Thomas, preparó la segunda carrera para anotación de Hillman. La carrera de 15 yardas es evidencia de lo expectante que estaba ya la defensiva de Green Bay ante la posibilidad de que Manning atacara otra vez por aire, por lo que no comprometieron a varios de sus hombres a la línea de scrimmage.
Esos fueron los envíos más largos de Manning en el encuentro. Ya no fueron necesarios más, pues los pases cortos le permitieron a los receptores de Denver explotar los espacios que les ofrecían los defensivos de Green Bay. Así convirtieron los Broncos dos pases cortos en buenas ganancias de 20 y 24 yardas con los que prepararon la anotación que los mandó al frente 24-10 en el tercer cuarto.
Al ataque, Manning usó la experiencia y lo que le queda de calidad y potencia en su brazo derecho –que no es poco—para marcar el ritmo a su ofensiva. El resultado fue el respaldo total de un ataque terrestre que produjo 160 yardas y una defensiva que jugó con el apuro de los Packers. Así limitaron a sólo 77 yardas por aire a Aaron Rodgers, uno de los quarterbacks más prolíficos de la actualidad, y que capturaron en tres ocasiones. También produjo un safety al final del encuentro.
Manning ya no puede ganar solo, pero aún es el líder que marca el camino a su tropa para guiarla a la victoria. Prueba de ello es que, pese a su bajo rendimiento en 2015, los Broncos aún están invictos. Es probable que la baja en su desempeño lo obligue a pensar seriamente en poner fin a su carrera. Eso lo decidirá sólo Manning y por la manera en que jugó ante Green Bay, parece haber pedido no sacar conclusiones precipitadas sobre él.
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