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Cristiano Ronaldo: “En mi cabeza, yo soy el mejor”

La estrella del Madrid repasa su vida y su carrera en una entrevista en la que presenta el documental que protagoniza

Tommaso Koch
Imagen del documental 'Ronaldo', que se estrena el 9 de noviembre.
Imagen del documental 'Ronaldo', que se estrena el 9 de noviembre. Ariel Grandoli (efe)

Cristiano Ronaldo pudo no nacer nunca. Tras dar a luz a tres hijos, Dolores Aveiro volvió a quedarse embarazada. Sin embargo, decidió que un cuarto heredero era demasiado. “Fue un hijo no deseado, pero me ha dado tantas alegrías y todo lo que tengo se lo debo a él. Quería abortar; Dios no quiso que ocurriera”, recuerda Aveiro ante la cámara, sin concretar qué rol jugó el Creador. En todo caso, millones de madridistas y aficionados al balompié le agradecen que su idea no se cumpliera.

Porque, 30 años después, el fruto de su cuarto parto es uno de los mejores jugadores de la historia, así como el astro mediático quizás más luminoso del fútbol. Cada una de sus acciones, dentro y fuera de la cancha, son estudiadas hasta el más mínimo detalle. Y el mismo destino sufrirá el documental Ronaldo, que se verá solo el 9 de noviembre en todo el mundo —en España, en 20 cines—, antes de estar disponible en DVD y online. Los adoradores del portugués (Funchal, Madeira, 30 años) descubrirán su lado más privado y tendrán nuevo material para su adulación. Cuantos le odian con idéntica pasión, en cambio, encontrarán razones perfectas para atacarle.

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“Cuando me lo propusieron, pensé que era fantástico. Estaba feliz de poder mostrar para mí, mi familia y mis fans cómo es mi existencia. No me esperaba que abriera mi vida de esa manera, pero salió natural. Es todo real, no es falso, soy yo”, asegura Ronaldo en un encuentro celebrado en agosto con ocho periodistas internacionales, convocado por Universal para promocionar la película, dirigida por Anthony Wonka. El filme mezcla un año de fútbol e intimidad, desde la final de la Champions League contra el Atlético en 2014 —cuando el mundo descubrió que estaba siendo grabado tras celebrar por todo lo alto el 4-1— hasta su 30 cumpleaños.

Ya la primera frase del filme es reveladora: “Lo más importante para mí es ganar. Tan sencillo como eso”. Puro Ronaldo. Tanto que su talón de Aquiles es no saber encajar las derrotas: “Estoy cabreado cuando pierdo. A veces me arrepiento de lo que hago, grito, digo de todo. Mi temperamento me lleva a exagerar. Pero es parte de mí y quien trabaja conmigo lo sabe”.

A veces me arrepiento de lo que hago.Mi temperamentome lleva a exagerar”

La respuesta del luso a una pregunta sobre los triunfos de Lionel Messi es otra buena clave para entender su manera de pensar. “No me molesta. Si miras mis últimos ocho años, siempre he estado en la cúspide. Y es difícil. Nómbrame otro que lo haya hecho. Después, que seas el número uno o el dos es cuestión de detalles, como si ganas trofeos o no. Quizás para tí el mejor sea Messi; en mi cabeza, soy yo. Y todos deberíamos pensarlo de nosotros mismos. Por eso he obtenido tanto en mi carrera”, defiende. El argentino, por cierto, aparece en el documental, en la entrega del último Balón de Oro, que Cristiano ganó con el célebre “¡siii!” incluido. Antes de la gala, Messi se acerca a saludar al luso y su hijo, que se esconde emocionado entre las piernas de papá, incapaz de proferir palabra con el futbolista del Barça. En el filme, Ronaldo también ofrece otro matiz: “Fue complicado ver a Messi ganando varios Balones de Oro. Pensaba: ‘¿Para qué voy a ir a la gala?”.

Más allá del debate sobre quién sea el mejor —hasta compiten en el cine—, el perfeccionismo de Ronaldo ayuda a explicar por qué ha marcado 326 goles en 312 partidos con el Real Madrid, una marca histórica, por encima incluso del mítico Raúl. O por qué ha ganado ya tres Balones de Oro. Para escalar cada día más hacia el Olimpo, se vuelca desde su juventud en entrenar hasta el límite su cerebro y su cuerpo.

Cómo y dónde ver el documental

Ronaldo se podrá ver en cines de todo el mundo exclusivamente el próximo 9 de noviembre, día de su estreno mundial. En España el filme se proyecta en 20 salas de las principales ciudades y las entradas ya se pueden adquirir online.

La proyección arrancará a las 20.00, con la retransmisión en streaming y en directo de la gala de presentación en Londres, a la que asistirá el propio Ronaldo. Tras la ceremonia, se verá la película, aunque el espectador que solo esté interesado en el documental, puede acudir más tarde a la sala.

A partir de entonces, la película saldrá a la venta en DVD y Blu-Ray –con secuencias inéditas- así como estará disponible en varias plataformas de cine en la Red.

A los 11 años dejó su Madeira natal y se fue solo a Lisboa a jugar por el Sporting. “Mi familia fue la base de mi existencia. Dejarla tan joven fue el peor momento de mi vida. Tras eso, ya era mentalmente fuerte para afrontar todo”, relata. Y eso que la juventud del jugador no debió de ser sencilla. De procedencia humilde, criado en un barrio marginal — “Si no se hubiese dedicado al fútbol, probablemente se habría dado a la droga”, declaró su madre—, Ronaldo lidió con un padre alcohólico. “Estaba borracho casi todos los días, nunca le conocí bien. Hubiese querido que fuera más presente”, asegura el jugador en la película. Y su madre añade: “Aunque nunca maltrató a sus hijos, yo me convertí en su víctima”. Dinis Aveiro falleció en 2005, a los 51 años.

Tras dejar el nido familiar, Ronaldo abandonó también su país. En 2003, le fichó el Manchester United, por 18 millones, cuando apenas era mayor de edad y los mejores equipos del planeta pujaban por él. Tras asombrar al mundo en la corte de sir Alex Ferguson, Cristiano llegó en 2009 al Madrid por la cifra récord de casi 100 millones de euros. Su presentación, ante 90.000 aficionados, fue digna de un divo de Hollywood.

Rumbo al mito

Desde entonces, Ronaldo se ha convertido en leyenda viva del Real Madrid y se ha ganado la idolatría de los hinchas. El jugador suele mostrarse disponible con sus fans, aunque reconoce que no siempre es fácil. “Hace años fui a un hospital en Lisboa. Cuando un niño me vio, su electrocardiograma se disparó. Corrí a abrazarlo: ‘¡Uuuuuy! ¡No te preocupes!”, se ríe el portugués en uno de los pocos momentos informales de la charla.

Por lo demás, la entrevista se celebra en un clima que poco recuerda a su anterior conversación con este diario. Entonces acababa de llegar a Madrid, con la ambición de hacer mella en el club. Hoy ocupa el trono del fútbol, con lo que eso conlleva. Así, los periodistas son citados en torno al mediodía pero el jugador aparece una hora y media más tarde. Entra en la sala, con una camisa que se esfuerza en balde para contener sus músculos, se sienta, una escueta presentación, y arranca la charla. A partir de ahí, 20 minutos clavados —los pactados— de reloj, se levanta, contesta rápido a una última pregunta fuera de tiempo máximo y adiós. Todo bajo la mirada del equipo de Universal.

De ahí que el encuentro sepa a compromiso obligatorio. A ratos se entrevé un treintañero espontáneo, divertido, más o menos normal —si una estrella del fútbol puede serlo—, otras se refleja el Ronaldo que en su momento declaró: “Soy guapo y rico y me tienen envidia”. Posteriormente, el jugador calificó de “errores” esas afirmaciones. Sin embargo, la letanía de silbidos prosigue en cada estadio de España, quizás de Europa. Y por miles de aficionados que tenga, hay otros tantos que opinan lo contrario: arrogante, ególatra, más preocupado de sí mismo que del equipo, y unos cuantos etcétera. ¿Cree que su comportamiento ha contribuido a crear tanta hostilidad? “Para nada. Forma parte de esto. No necesito gente que me odie, pero sí de cierto modo alguien en mi contra. Tienes que ver lo bueno de que te odien. Me gusta que me griten cuando toco el balón, me motiva”.

Cristiano celebra su gol a Las Palmas con Marcelo.
Cristiano celebra su gol a Las Palmas con Marcelo.Ballesteros (EFE)

Además de esculpir su mente, cientos de horas de gimnasio y atención maniática han hecho de Ronaldo una máquina imparable también físicamente: lleva años jugando más de 4.000 minutos por temporada y sin concederse descansos. “Lo más importante que tengo es mi cuerpo y debo cuidarlo”, defiende. Para ello, la experiencia le ha sugerido algún truco: “Ya no voy a cometer algunos errores del pasado. Tras un partido, con 22 años salía para una cena hasta las tres de la madrugada. Ahora lo evito, vuelvo a casa, me recupero y a lo mejor voy al día siguiente. Estos pequeños detalles hacen una diferencia enorme al final de la temporada”. Además, Ronaldo subraya la importancia de dormir bien, relajarse nadando o cuidar su alimentación.

Tienes que ver lo bueno de que te odien. Necesito alguien en mi contra”

Aun así, el esfuerzo al que obliga su físico le ha pasado factura. En la película reconoce que si volviera atrás no acudiría al Mundial de 2014 en las condiciones precarias en las que lo hizo y desvela que las molestias nunca le abandonan: “Quizás si no sintiera dolor no sería tan bueno”. ¿Todavía nota el sufrimiento? “Cada día. Pero otros futbolistas darían la misma respuesta. Algunos saben afrontarlo, otros no. Si entrenas duro, juegas cada semana, incluso dos veces, lo vas a sentir. Tu cuerpo no estaba acostumbrado a eso”.

“Mi vida es el fútbol. Es la cosa que más amo, me entrego al 100%”, agrega Ronaldo. Aunque intenta olvidar el balompié en cuanto puede, para evitar una sobredosis futbolera. Procura no leer los periódicos deportivos o ver la televisión, ni mucho menos otros partidos. “Puedo disfrutar de algún enfrentamiento importante, pero no soy un gran fan de ver fútbol en la televisión. En casa quiero hacer otras cosas”. Por ejemplo, pasar tiempo con su círculo íntimo, entre su hermano Hugo y su inseparable agente, Jorge Mendes. En el filme, el jugador explica que no tiene muchas amistades entre los futbolistas y que es una persona aislada. En la charla, agrega: “No es que sea solitario, pero he nacido así. También mi padre lo era. Sí, tengo amigos en el fútbol, y fuera, pero los reales son pocos, cuatro o cinco personas”.

Además, el portugués vuelca su tiempo libre en su hijo, al que adora por encima de todo. Le cría solo, ya que la identidad de la madre nunca se hizo pública. De hecho, salvo su madre, apenas hay presencia femenina en el documental. “Es asombroso en qué me ha convertido Cristiano. Nunca pensé que me cambiaría tanto. Siempre me apoya, me sonríe”, cuenta. Cristiano júnior solo tiene un fallo: de mayor, dice en la película, quiere ser portero. “Puede ser lo que quiera. Pero si quisiera dedicarse al fútbol, preferiría que jugara adelante y marcara goles. Me gustaría que fuera como yo”. A los madridistas, seguro que también.

Goles, amigos y Jorge Mendes

A lo largo del documental, se puede ver tanto al atleta que entrena hasta la obsesión como al padre que juguetea con su hijo. Se descubre además al círculo más cercano del jugador, de su hermano Hugo, quien relata en el largo cómo salió de sus serios problemas de adicciones, a su madre y sus amigos.

Un rol central en el documental juega el inseparable Jorge Mendes, su segundo padre y “el Cristiano de los agentes”, en palabras del luso. "Todo lo que él dice que ocurre, ocurrre", añade Ronaldo. Y Mendes también se deshace en elogios de su pupilo: "Le veo como un hijo. Es un monstruo, el mejor jugador del mundo".

Además, Ronaldo repasa también goles y triunfos del luso, así como la decepcionante participación de Portugal en el Mundial de Brasil. Quizás la obra no desvele a fondo quién es el hombre detrás del mito, aunque sí muestra a ratos una imagen más real del campeón, ya guste o no. Como cuando canta entregado Stay de Rihanna en un avión o cuando reta a Cristiano jr. a adivinar cuál de sus varios coches de lujo falta en ese momento del garaje.

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Sobre la firma

Tommaso Koch
Redactor de Cultura. Se dedica a temas de cine, cómics, derechos de autor, política cultural, literatura y videojuegos, además de casos judiciales que tengan que ver con el sector artístico. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Roma Tre y Máster de periodismo de El País. Nació en Roma, pero hace tiempo que se considera itañol.

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