Muguruza: “Salgo a la pista a dominar; si gano, gano yo, y si pierdo, pierdo yo”

Garbiñe es chica de buenas costumbres. Por eso, otro día más, todavía más exhausta esta vez por el exceso de combustible que requirió su triunfo contra Petra Kvitova, atacó las galletitas que la organización pone a disposición de los trabajadores y el personal del torneo. Junto a ella, la estrella emergente, cuidando absolutamente de todos los detalles y marcando agenda, un alto cargo de la multinacional estadounidense que la representa. "Desde luego que sí, estoy muy cansada", admitía Muguruza, fatigada, pero con la misma predisposición de siempre para analizar qué había ocurrido y qué puede pasar, el hoy y el mañana. Esto es, la batalla contra Kvitova y el enfrentamiento que le espera ante la polaca Agnieszka Radwanska.

"Son tipos de partidos en los que no te puedes relajar", se refirió de inicio, en relación con la checa, a la que nunca se había medido. "Con ella no te puedes sentir en el partido, porque Kvitova te juega a uno o dos tiros y te provoca esa sensación de incomodidad. Pero ha sido un partidazo, un partidazo. Me ha impresionado la calma que tiene, su compostura. Conozco a varias jugadoras checas y demuestran un poco más lo que sienten, pero ella es muy calmada", matizó.

"Ha habido muchos momentos de frustración, pero tenía muchas ganas de ganar. He entrado pensando: olvídate de lo que tiene que hacer o dejar de hacer; si sales a jugar, al menos sal con todo, no vayas a medias, aunque pierdas. He pensado todo eso durante todo el partido hasta que he conseguido mi oportunidad", prolongó la hispano-venezolana, que en el presente torneo defiende el número tres, que arrebató a Maria Sharapova, semifinalista por el otro lado.

No juego enfadada, pero a veces es positivo sacar un poco la mala leche"

Contra Kvitova, jugadora de mucho pedigrí, Garbiñe hizo básicamente lo mismo de siempre. No especuló, pero acometió con cabeza. "Va con mi juego y con mi personalidad. Salgo a la pista a intentar dominar; si gano, gano yo, y si pierdo, pierdo yo. Me tiene que ganar la otra", afirmó; "es un poco esa rabia interna, la competitividad... No juego enfadada, pero a veces hay que sacar la mala leche y me digo: Garbiñe, hay que sacar esto por mis... Pero no, porque puede ser un arma de doble filo; a veces no es nada bueno jugar enfadada".

Por delante, ahora, un doble reto: individuales y dobles, dos citas en pocas horas; ración extra de semifinales. Algo que, pese a la erosión que ello supone, entraba dentro de los planes. "Estoy cansada y va a ser duro, pero sabía que podía pasar, sobre todo después de un partido como el de hoy, que ha sido físicamente muy duro. Pero es lo que hay; intentaré recuperarme lo más rápido posible y salir a muerte en el individual y que, luego, Carla me ayude, que corra ella, que me ayude... [risas]", indicó Garbiñe, en camiseta y mallas, con el look casual (pero nada casual) que maneja.

Ahora empieza lo bueno; ahora, las mejores. Es donde el suelo se mueve"

Antes del dobles (hacia las 13.30 hora española), afrontará el pulso con Radwanska, un cuchillo. "Ahora me viene la maestra, La Profesora. Le llamamos así, La Profe", contaba; la verdad es que este año han caído de mi lado todas. Ahora empieza lo bueno, las que están jugando mejor; ahora es donde realmente te puedes ir a la calle, donde el suelo que se mueve", anticipó, antes de cruzarse con la polaca, a la que ha derrotado cuatro veces de cuatro este año, del total de los seis partidos que han jugado a lo largo de su carrera. "Siempre que juego contra ella son partidos muy físicos, de larga duración; no son de pim-pam. Bueno, ella ya me ha ganado y yo a ella, así que sabemos qué va a hacer cada una. Ahora hay que ver quién lo hace mejor o quién está en mejor forma".