Hingis, una doblista de oro
La suiza, sincronizada con la india Mirza, logra su 50º título por parejas (el noveno para ambas en este 2015) tras derrotar en la final de Singapur a Muguruza y Suárez (6-0 y 6-3)
Martina Hingis quedará marcada para siempre como la gran niña prodigio del tenis. A los 16 años, en Melbourne, levantó ya su primer Grand Slam, y a partir de ahí engarzó cuatro grandes más: otros dos en Australia (1998 y 1999), Wimbledon (1997) y el US Open (1997). El final de su carrera individual dejó algunas sombras, con la cocaína de por medio, pero después supo buscar acomodo en el circuito de dobles, una modalidad en la que ahora arrasa con su compañera y amiga Sania Mirza. Ambas, este domingo, ofrecieron una nueva lección como dúo: 6-0 y 6-3 a Garbiñe Muguruza y Carla Suárez, en 66 minutos.
La final, la antesala al pulso individual de las Finals entre Agnieszka Radwanska y Petra Kvitova, no tuvo ningún color. Porque Hingis y Mirza, en perfecta sincronía y equilibrio, como un motor de alta cilindrada bien lubricado, no les dieron el más mínimo margen a la pareja española. Ejercieron desde el principio como lo que son, las número uno de la modalidad. Hingis, sobre la línea de fondo, teledirigiendo, y la india Mirza en la red, cazando todo lo que se movía por ahí, absolutamente pletórica.
Garbiñe y Carla, que desean disputar juntas el dobles en los Juegos de Río y que este año han levantado dos cetros (Birmingham y Tokio), nada pudieron hacer ante la mejor pareja del mundo. Para cuando se despertaron ya habían cedido el primer set en blanco. "Mirza no debe tocar una sola bola, no le dejéis", les indicó durante el intermedio entre el primer y el segundo parcial su preparador, Marc Casabó. Se entonaron un poco, al menos lo suficiente como para guerrear y hacer que sus rivales tuvieran que pasar por la ducha, pero lo cierto es que el desequilibrio fue muy grande.
Martina y Mirza, en perfecta sincronía, han levantado este año nueve títulos en sus 10 finales
"Ahora sé por qué sois las número uno", elogió Carla a sus rivales, que forman una alianza excepcional. Este año, Hingis y Mirza han disputado 10 finales, de las que se han adjudicado nueve: Indian Wells, Miami, Charleston, Wimbledon, US Open, Guagzhou, Wuhan, Pekín y esta últimas de la Masters Cup. Hoy día, se antoja muy difícil que otro dúo pueda alterar el dominio de la sociedad entre la helvética, 35 años, y la india, nacida en Bombay hace 28 años. El pasado, esta última ya triunfó en Singapur, pero en compañía de africana Cara Black.
"Ha sido un partido perfecto, sobre todo por parte de Sania", matizó Hingis; "ella estaba a un lado, a otro, detrás... ¡Por todos los sitios!", añadió la suiza, que juega por el puro placer de jugar, pero con el plus competitivo propio de una ganadora como ella. Con este, Hingis suma ya 50 cetros como doblista. Un registro que solo han conseguido otras 15 jugadoras en la historia del tenis: Martina Navratilova, Rosie Casals, Pam Shriver, Billie Jean King, Natasha Zvereva, Lisa Raymond, Jana Novotna, Arantxa Sánchez-Vicario, Gigi Fernández, Helena Sukova, Larisa Neiland, Cara Black, Rennae Stubbs, Wendy Turnbull y Liezel Huber.
"Ellas son una buena combinación", destacó Muguruza, ya de vacaciones, con 788.000 euros más en su bolsillo por los premios obtenidos en la Masters Cup; en el caso de Suárez, 106.000. "Sania es la fuerza y Martina tiene la experiencia y las manos. Además, sabe cómo ganar los partidos". Lo hacía antes Martina, en su condición de niña prodigio, y continúa ahora, 18 años más tarde. En individual entonces, ahora en dobles, da igual; en cualquier caso, oro puro.
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