El brazo letal de Brady tumba a los Jets

No hay peor enemigo que aquél que, aun cuando sabes lo que hará para intentar vencerte, lo logra tal y como lo supusiste. Así son los New England Patriots. O en un contexto más particular, así es Tom Brady. Ante uno de los exámenes más complicados en lo que va de la temporada regular, Brady se echó a los Patriots al hombro y los hizo remontar un déficit de cuatro puntos en el último cuarto para vencer 30-23 a los New York Jets en un duelo importante para la AFC Este.

Con la mejor defensa de 2015 en la NFL, los Jets llegaron al Foxboro, el estadio local, con la determinación de demostrar que no es casualidad su buen inicio de temporada y lo lograron. La impresión que dejaron fue buena, en consonancia con lo que mostraron las semanas anteriores. Pero Brady es demasiado para cualquier defensa, incluso para la de los Jets, que presume de permitir sólo 186.6 yardas por esa vía por juego y de ser la segunda mejor en esa categoría en la Liga

New England sólo corrió nueve veces con el ovoide y cuatro de esas carreras fueron cortesía del mismo Brady

Brady aceptó el reto. Lanzó en 54 ocasiones y completó 34 envíos para sumar 355 yardas, 168.4 más de lo que la defensa aérea neoyorquina suele conceder. No es que Brady los haya tomado por sorpresa. Los Jets tienen la segunda mejor defensa terrestre de la NFL, una que permite 82.6 yardas por juego, así que las opciones de los Patrios eran sólo dos.

Una línea ofensiva mermada por las lesiones le facilitó la decisión a los Patriots de atacar por aire; y Brady es uno de los mejores en la historia de la Liga para hacerlo. Aun así, el pasador de los Patriots no se fue limpio al ser capturado en tres ocasiones por la defensa de Nueva York.

New England sólo corrió nueve veces con el ovoide y cuatro de esas carreras fueron cortesía del mismo Brady, quien en un ataque usó las piernas en dos ocasiones, la primera en una carrera de 11 yardas que le ayudó a preparar otra de una yarda a la zona final y con el que llevó a los Patriots a empatar 10-10 la pizarra en el segundo cuarto.

El duelo no resultó nada sencillo para unos Patriots que lograron mantener su imbatibilidad pese a tener varios puntos débiles, como su perímetro (defensa contra el pase), que batalló con los experimentados y peligrosos receptores de Jets, encabezados por Brandon Marshall y Eric Decker.

A la ofensiva, los Jets explotaron esa debilidad de los Patriots y el hecho de que cuentan con un ataque sin tantas bajas y más equilibrio, que les ayudó para irse arriba 10-3 en el segundo cuarto y 20-16 en el último.

Los Jets le pudieron al quarterback Ryan Fitzpatrick administrar su ataque sin forzar el ovoide y lo hizo adecuadamente con un ataque terrestre encabezado por Chris Ivory. Sin embargo, los Patriots son un equipo hecho, su ejecución en general fue impecable —aunque 11 pases tirados por sus receptores ante Nueva York emborronaron esa cualidad— y demostraron saber cómo manejar este tipo de encuentros.

Los Jets están en proceso de lograr esa conjunción y derrotas como la sufrida ante New England debe ayudarles a apresurar ese proceso bajo la adecuada batuta del coach novato, Todd Bowles.

Quizá para el 27 de diciembre, en la Semana 16 de la temporada regular, cuando estos equipos vuelvan a verse las caras en Nueva York, los Jets demuestren que están listos para no sólo retar a los Patriots sino vencerlos. Habrá que esperar qué estrategia y en quién se apoyarán para ejecutarla.