Oliveira cita a Kent en Cheste

Siguieron estrategias totalmente opuestas. Uno tenía muchas posibilidades de proclamarse campeón del mundo ya este domingo; el otro solo aspiraba a alargar la lucha hasta la última carrera, en Valencia dentro de dos semanas. Así que el primero corrió con la calculadora en la cabeza, pendiente de la información que le llegaba desde el muro a cada paso por meta; y el segundo dio la orden de no tener noticias del líder, quería concentrarse en su carrera, hacer lo imposible por ganar, ver el primero la bandera de cuadros, la opción más segura de ganarse el derecho a pelear por el Mundial de Moto3 un domingo más. Y lo logró. Miguel Oliveira venció en el circuito de Sepang al imponer su velocidad y su ritmo, al demostrar que le importaba poco tirar del grupo un rato y dejarse arrastrar otro poco, y al dar buena cuenta de lo que significa el trabajo en equipo, pues fue su compañero Binder quien le hizo la cobertura y lo guio en la última vuelta hacia la meta.

En el circuito Ricardo Tormo de Cheste, a donde llegará a 24 puntos de líder, Danny Kent, el portugués intentará un imposible. Pero nadie podrá echarle en cara que no hizo todo cuanto pudo para discutirle el título al británico.

Kent, sin embargo, que ya desperdició otra primera bola de partido en Australia (se cayó tras dos toques en la pista, el segundo fue definitivo), ve como un campeonato que parecía cantado hace meses llegará hasta la última carrera del curso con todo por decidir. Fue un matojo de nervios desde la primera vuelta. Salía desde la novena plaza de la parrilla, sancionado otra vez por conducir lentamente en la sesión de clasificación. Y aún perdió más posiciones en los primeros giros. Llegó a rodar 16º. Era un flan. Hasta que, pasadas siete vueltas, logró engancharse al grupo de cabeza, eso sí, manteniendo las distancias. Tan alejado quiso quedarse del grupo y de los posibles adelantamientos –ayudó a ello el equipo, que le marcó que le bastaba con la octava posición, error en caso de victoria de Oliveira–, que sólo hizo maniobras para escalar en la clasificación a falta de dos giros. Y no le salió bien.

Necesitaba terminar quinto. Y lo hizo en la séptima plaza. Oliveira, victorioso, siguió descontando puntos. En los últimos cinco grandes premios, desde que Kent venciera la carrera en Gran Bretaña y no volviera a subirse al podio, él no ha fallado y le ha restado 89 puntos, merced a tres triunfos. Una remontada de libro.

Compiten por el título dos de los equipos más potentes de la categoría este año: un recién llegado, el Leopard Racing, con una Honda oficial, y uno de los más laureados, el oficial de KTM dirigido por Aki Ajo. El primero dominó con una superioridad insultante la primera mitad de la temporada, el segundo ha ido mejorando su rendimiento a medida que avanzaba el campeonato. Se encontrarán en Valencia. Y allí puede pasar cualquier cosa. Eso sí, a Kent en su tercera bola de partido, le bastará con sumar dos puntos, uno si Oliveira no gana la carrera.