El dilema de Luis Enrique
La acumulación de partidos de Mascherano, que lo ha jugado todo desde que comenzó la temporada, aconseja al técnico darle descanso ante el Rayo
Javier Mascherano no para, lo juega todo y Luis Enrique no encuentra manera de darle descanso. Recién llegado de las eliminatorias con Argentina, 180 minutos sin tregua tras haber disputado otros 1.018 desde que comenzó el curso —sólo le supera Luis Suárez en 180 segundos—, duda el entrenador si volver a darle entrada ante el Rayo Vallecano esta noche en el Camp Nou (20.30 Canal+ Partidazo) o sentarle en el banquillo. Todo un dilema.
“Hay varios jugadores en su situación. Es de los que mas utilizamos. Es clave dentro de nuestro juego y sistema. Intento buscar momentos para que descanse pero por diferentes circunstancias no los encuentros. Intento que la temporada, que dura 10 meses, nos dé para utilizarle en los momentos importantes. No tengo mucho margen de error. Me hubiera gustado que llegara súper descansado, pero es imposible”, razonó ayer Luis Enrique, que comparó su situación con la de Busquets.
Es clave dentro de nuestro juego y sistema. Me hubiera gustado que llegara súper descansado, pero es imposible" Luis Enrique, técnico del Barça
Jugador muy al gusto de cierto tipo de aficionados del Barcelona, por esforzado, El Jefecito es de los que sabiendo que el balón se pierde seguro por la línea de banda, él se tira por los suelos. Es de esos que en el Camp Nou se compara desde los años 70 con Johan Neeskens. Vendehumos les llaman en Argentina de manera despectiva, pues juegan sabiendo lo que le gusta al aficionado. Pero cayó de pie en Can Barça desde el minuto cero, tan pronto se supo que por jugar de azulgrana renunció a parte de su ficha. Y, desde entonces, cada vez que abrió la boca ganó un seguidor incondicional; y cada vez que salió al campo, no hizo sino incrementar la admiración de una hinchada que le admira como a pocos. Lo mismo le sucede en Argentina, especialmente tras la disputa del Mundial de Brasil, donde su aportación al equipo llevó al imaginario popular a formular frases como la de que no cree en Dios, sino que Dios cree en Mascherano.
Más allá de su capacidad para encandilar a la grada, en su fútbol hay verdad y será por eso que los entrenadores siempre cuentan con él. Con Guardiola fue el noveno jugador con más minutos acumulados del equipo en su estreno, el tercero por detrás de Messi y Valdés en su segunda temporada. Y con Tito Vilanova (curso 2012-13), formó parte de los 11 jugadores con mayor presencia sobre el terreno. También con Tito fue quien más minutos acumuló. Y el año pasado, ya con Luis Enrique, disputó 3.874 minutos, superado sólo por Messi y Neymar.
Es el jugador de la plantilla que más minutos de juego acumula desde que comenzó el curso
Los entrenadores saben la razón. “Da más de lo que le pides”, justificó en su día Rafa Benítez, hoy técnico del Madrid, cuando fichó al entonces mediocentro para el Liverpool. “Ha sido un regalo, no lo cambio por nadie”, expuso Guardiola cuando le tuvo a sus órdenes en el Barcelona. “Es un claro ejemplo de lo que puede ser un capitán”, defendió en su día Luis Enrique.
Así lo entendió la plantilla, que le escogió para formar parte del grupo capitanes, por sufragio. “Para nosotros es un referente dentro y fuera del campo”, reconoce Sergi Roberto. A Piqué le recuerda a Puyol. “Te obliga a estar en permanente tensión. Con él nunca te puedes relajar”, explica el catalán.
Aunque siempre se ha considerado un mediocentro defensivo, entiende que si Pep no le llega a reubicar como central, difícilmente hubiera sobrevivido en el Barça cinco temporadas, porque no hubiera logrado hacerle sombra a Busquets. “Es mucho mejor que yo”, insiste el rosarino aún a día de hoy, cuando asume que todavía tiene problemas para perfilarse como central.
“Es un perfeccionista, humilde, enfermo del fútbol, siempre corrige; a veces se autoexige demasiado. Hablábamos mucho y no siempre estábamos de acuerdo. Pero le encanta el fútbol”, señala Xavi Hernández. Messi, que le conoce como pocos, acaba de prologar el libro escrito por Nicolás Miguélez, titulado Los 15 escalones del liderazgo, mis valores en el fútbol y en la vida (Planeta). Leo escribe sobre su compañero: “Tiene sus días. Hay veces que viene con ganas de contar chistes y hablar, pero otros llega loco. Entonces, mejor no hablarle. Lo vemos llegar y nadie se anima a decirle nada. Sabe como manejarse en cada situación. Es un líder muy positivo”.
Si fuera por él, Mascherano jugaría contra el Rayo, sin tregua. Pero está por vez qué decide Luis Enrique, si le da descanso o apuesta de nuevo porque su mano derecha lidere al equipo sobre el campo. Los minutos acumulados aconsejan al asturiano darle descanso; la necesidad dice lo contrario. Todo un dilema.
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