¿Por qué Holanda está más fuera que dentro de la Eurocopa 2016?
La 'oranje' no depende de sí misma para clasificarse: necesita derrotar a la República Checa y que Islandia supere a Turquía
Que Holanda no participe en la Eurocopa 2016 es algo factible. Mucho más de lo que su lista de jugadores pueda dar a entender. La oranje no depende de sí misma para alcanzar la fase final del torneo, ya que a falta del último partido de la fase de grupos que disputará hoy ante la República Checa (20.45), necesita que Islandia, clasificada por primera vez en su historia para una Eurocopa, derrote a Turquía, que aventaja en dos puntos a los holandeses, para alcanzar la tercera plaza y el pase para la repesca. Pero, ¿por qué ha llegado a esta dramática situación una selección como Holanda, que hace poco más de un año se alzaba con el tercer puesto del Mundial de Brasil?
1. Irregularidad.
Debutaron con derrota ante la República Checa (2-1) y desde aquel mazazo no han conseguido recuperarse, lo que demuestra que no hayan conseguido encadenar dos victorias de forma consecutiva en el resto de jornadas. A pesar de la victoria ante Kazajistán en el siguiente partido (3-1), la verdadera condena de Holanda se fraguó con las dos derrotas ante Islandia (2-0 y 0-1), lo que propició que la selección nórdica consiguiera por primera vez en su historia clasificarse para una Eurocopa. Para redondear la debacle, la oranje tampoco fue capaz de superar a Turquía en ninguno de los dos enfrentamientos (1-1 y 3-0), lo que sepultó la posibilidad de que alcanzar el segundo puesto, entrando de lleno en la lucha por el tercero y el pase a la repesca.
2. Incertidumbre en el banquillo.
Guus Hiddink sucedió a Louis van Gaal al frente de Holanda, heredando una selección que acababa de conseguir el tercer puesto en el Mundial de Brasil, lo que redondeaba una gran participación, en la que destacó la goleada a España 1-5 en el primer encuentro de la fase de grupos. Sin embargo, la segunda etapa del técnico de Varsseveld, que regresaba al cargo 16 años después (1994-1998), no funcionó. A pesar de mantener a muchos de los jugadores que formaron el núcleo de la selección (Cillessen, Blind, Sneijder, Robben, Huntelaar y Van Persie), Hiddink no consiguió encontrar la manera de continuar con el estilo de Van Gaal. Los malos resultados provocaron que finalmente presentara su dimisión el 30 de julio, siendo reemplazado por su segundo entonces, Danny Blind. Blind echó mano de Marco van Basten como asistente, aunque entre ambos tampoco han sido capaces de reconducir la situación.
3. Bajo rendimiento de sus estrellas.
En momentos de dificultad, los jugadores veteranos son los encargados de tirar del grupo. Sin embargo, las lesiones han impedido que estrellas como Robben participaran en partidos trascendentales. Además, futbolistas como Van Persie o Huntelaar, tampoco han rendido a la altura esperada, como demuestra que en los dos partidos ante Islandia, además del decisivo ante Turquía, la portería rival se mantuviera a cero (2-0, 0-1 y 3-0). A excepción de la goleada a la débil Letonia (6-0), Holanda no ha demostrado un potencial ofensivo a la altura de la talla de sus delanteros.
4. Falta de integración entre generaciones.
Si algo no se le puede recriminar a Blind, es que haya tratado de combinar la veteranía de jugadores como Robben o De Jong, con la juventud de futbolistas como Tete (20 años), Wijnaldum (24) o Depay (21). Sin embargo, la mezcla no ha resultado todo lo exitosa que se esperaba. Los 35 millones de euros que desembolsó el Manchester United por el último de ellos, indicaban las expectativas que el club inglés y su entrenador, Van Gaal, mantenían sobre el joven extremo holandés. Sin embargo, Depay solo ha firmado dos goles en diez partidos con los diablos rojos y no suma ninguno con la elástica naranja en siete partidos.
5. Maldición periódica.
Si bien Holanda en una de las selecciones con más reconocimiento en el panorama internacional, igualmente sonoros son sus descalabros. Repasando su historia pueden observarse una gran colección de fiascos: no se clasificó para las eurocopas de Francia (1960 y 1984), España (1964), Italia (1968), Bélgica (1972), ni para los mundiales de Brasil (1950), Suiza (1954), Suecia (1958), Chile (1962), Inglaterra (1966), México (1970 y 1986), España (1982) y Corea del Sur y Japón 2002. Ahora, 31 años después de su última ausencia en una Eurocopa, puede volver a quedarse fuera.
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