Los Boston Celtics, un equipo sólido pero sin estrellas

Poco o nada tienen que ver los Boston Celtics que juegan este jueves con el Real Madrid con el que lo hizo en 1988. Aquel conjunto estaba repleto de leyendas de la NBA, aunque ya vivía los estertores de su época gloriosa. Liderados por el mítico Larry Bird, los verdes de Massachussetts se presentaron en el Palacio con Robert Parish, Kevin McHale y compañía, veteranos jugadores ya entonces pero que imponían con su sola presencia. Los Celtics de la actualidad es un conjunto joven y sin estrellas, pero bastante sólido y con amplio margen de crecimiento.

La temporada pasada se clasificaron para los playoffs de forma totalmente inesperada tras ganar 40 partidos y perder 42. Su periplo por las eliminatorias por el título no fue muy largo, cayeron en primera ronda ante los Cleveland Cavaliers de LeBron James por 4 a 0. Una de sus atracciones será el menudo base Isaiah Thomas (1.75m), un descarado anotador que llegó procedente de Phoenix a mitad de temporada pasada y se convirtió en la referencia ofensiva del equipo saliendo desde el banquillo.

No tienen estos Celtics un jugador que acapare el juego, pero su plantel es sólido y polivalente. El entrenador, Brad Stevens, cuenta con un buen ramillete de jugadores en el perímetro, y casi todos destacan por su capacidad defensiva. Avery Bradley, que con cinco años en la franquicia es uno de los más veteranos, lidera al equipo desde su puesto de base-escolta. Evan Turner y Marcus Smart deben aportar la anotación y Jae Crowder será otro de los puntales defensivos. El novato Terry Rozier debe ganarse el puesto en la dirección del juego.

El juego interior de los Celtics también está poblado. La principal novedad es David Lee, el ala-pívot que se proclamó campeón con los Golden State Warriors la pasada temporada. Lee, que fue all star hace unos años, había visto como sus minutos e importancia en la cancha habían menguado considerablemente el último año, perjudicado sobre todo por sus continuas lesiones.

Lee compartirá pintura con los jóvenes Kelly Olynyk y Jared Sullinger, de los que se espera mucho después de una prometedora campaña pasada, y con Amir Johnson, un pívot que llega de Toronto Raptors para asentarse como un hombre alto de categoría en la NBA. Otros jugadores de complemento como el alero Perry Jones y el ala-pívot sueco Jonas Jerebko completan una rotación abundante pero algo carente de jugadores que asuman tiros importantes durante los partidos más comprometidos. Poco glamour en esta histórica franquicia, pero un equipo compacto y competitivo.