Baptistao aclara al Villarreal
Un gol espectacular del brasileño concede la victoria al conjunto de Marcelino, brillante e irregular a la vez, ante el Plzen
Hay futbolistas de enorme talento que cuyo rendimiento depende de encontrar su hábitat idóneo. Baptistao, con 23 años, tiene todas las condiciones para convertirse en un gran delantero, no sacadas a relucir por los avatares del fútbol en las dos últimas temporadas. En el Villarreal, el atacante brasileño ha encontrado su marco idílico, en una plantilla sana, un equipo alegre, un entrenador que sabe sacar lo mejor de sus jugadores, y un club sin presión pero con ambición. Baptistao, en una acción de crack, aclaró al Villarreal que comenzó brillante y dulce y se fue apagando en la medida que el Viktoria Plzen creció en el partido casi sin darse cuenta. El gol de Baptistao iluminó de nuevo y dio la victoria al conjunto de Marcelino que quiere ser dueño de su destino en la Liga Europa.
No podía permitirse un nuevo tropiezo el Villarreal tras caer en Viena ante el Rapid en la primera jornada, reconocible desde la alineación, con Barbosa en la portería y Rukavina en el lateral derecho como cambios más destacables en el once de Marcelino. Desde el inicio y con un terreno de juego algo mojado por la lluvia caída antes del comienzo del encuentro, perfecto para las características del juego amarillo, el Villarreal se propuso que el esférico circulara con fluidez, haciendo valer su superioridad técnica y su mayor dinamismo ante el conjunto checo que en el comienzo se sintió inferior a su rival en estado de gracia.
Villarreal, 1 - Plzen, 0
Villarreal: Barbosa; Rukavina, Bailly, Víctor Ruiz, Jaume Costa; Nahuel (Samuel García, m. 82), Jonathan dos Santos (Trigueros, m. 75), Bruno, Samu Castillejo; Baptistao y Soldado. No utilizados: Aréola; Mario, Jokic, Pina, Manu Trigueros y Adrián Marín.
Viktoria Plzen: Kozácik; Rajtoral, Baránek, Procázka, Limbersky; Horava, Hrosovsky; Petrzela (Mahmutovic, m. 75), Kopic (Hejda, m. 81), Kovarik (Vúch, m. 87); y Duris. No utilizados: Bolek; Matejú, Vuch, Kolár y Kucera.
Goles: 1-0. M. 53. Baptistao.
Árbitro: Serdar Gözübüyük (Holanda). Expulsó Procházka (M. 80). Amonestó a Horava y Bailly.
Unos 12.000 espectadores en El Madrigal.
De dentro hacia afuera, las rápidas combinaciones amarillas desbordaban al Viktoria Plzen, sometido ante el buen hacer del equipo castellonense que antes del cumplirse el primer cuarto ya contó con varias aproximaciones bien construidas y mal finalizadas. Una de ellas fue para Leo Baptistao tras una gran asistencia de Nahuel que el brasileño malgastó al centrar su disparo cuando se encontraba solo delante del portero checo. La mejor la tuvo Soldado al cabecear desviado un gran centro de Jaume Costa solo ante Kozácik, aliviado ante la mala puntería de los delanteros amarillos.
Salvando la incertidumbre y el azar siempre a tener en cuenta en el fútbol, la lógica del desarrollo del partido anunciaba la victoria del Villarreal a poco que sus jugadores esmerasen el tacto llegados a la zona de finalización. La zaga y el portero checo vivían en permanente estado de alerta. Demasiados ¡uys! para el Viktoria y ¡casis! para un Villarreal de mérito y sin rédito, lo que con el paso de los minutos serenó los ánimos de los jugadores checos que visitaban cada vez con más frecuencia a la portería de Barbosa, atento a los balones colgados a su parcela y que demandaba concentración máxima a la defensa amarilla.
Lo que parecía un ejercicio fácil se estaba convirtiendo en algo engorroso para el Villarreal que fue perdiendo finura. El Viktoria Plzen ya incomodaba más de la cuenta, llevando el partido a su terreno, intentando que el juego discurriera lentamente, buscando acciones a balón parado que hicieran valer la buena talla de sus futbolistas que fueron ganando en ambición con el discurrir del encuentro, desfigurando a un Villarreal irreconocible a partir de la media hora de juego.
Con el mismo tono inquietante para el Villarreal se presentó el segundo acto. Crecido el Viktoria Plzen, en una acción a la contra iniciada y concluida con entusiasmo, velocidad y habilidad por Baptistao el grupo de Marcelino halló resuello. El brasileño enfiló desde el centro del campo la portería de Kozácik mientras Soldado con su movimiento vertical le despejaba el camino. Sorteó Baptistao a los dos últimos defensores y batió por el palo corto al portero eslovaco del conjunto checo. Un gol soberbio que revitalizó al Villarreal y le llevó a la victoria.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.