Messi, como síntoma
Aunque suma los mismos goles que la temporada pasada, ha disminuido su porcentaje de acierto y el del Barça
Afirma Luis Enrique que no está muy preocupado por la poca efectividad de su equipo: “Si tenemos en cuenta las situaciones de gol generadas, estamos prácticamente igual que la pasada temporada; nos cuesta marcar goles más de lo normal, pero es algo pasajero, temporal. En Vigo tiramos 17 veces”, las mismas que el equipo de Berizzo, que ganó por un rotundo 4-1.
El porcentaje de remates ha pasado de los 21 de media del año pasado a los 13 en lo que va de temporada y al cabo de cinco jornadas el equipo suma cuatro goles menos (13 frente a 9). “No deja de ser curioso que hayamos marcado tan pocos”, admite el entrenador del Barça, quizá más preocupado porque defensivamente el equipo tomó “decisiones equivocadas” y en las transiciones algunos jugadores se posicionaron mal en Balaídos. Ni siquiera un medio centro tan fiable como Busquets pudo dar equilibrio al Barça. “Tuvimos ocasiones para marcar más goles, incluso con el 0-0”, dijo. “Es raro que no los hayamos metido”.
El Barça chuta, pero chuta mal. Hasta Messi ha perdido la puntería. “¿Preocupados? Cero” aseguran en la Ciudad Deportiva de Sant Joan Despí. “El fútbol es un juego de errores”, recordó ayer el propio Luis Enrique.
Hace un año el Barcelona era segundo en la tabla —empatado con el Valencia—, había marcado 13 goles y no había recibido ninguno —el portero de la Liga era Bravo—. Messi había marcado tres tantos —dos al Elche en la primera jornada y uno el Levante—, los mismos que ahora, pero ha disminuido su porcentaje de acierto de manera alarmante. El curso pasado remató 160 veces, 94 a portería, en los 38 partidos que disputó, y marcó 43 goles, con un acierto del 29,25%.
El jugador, tranquilo
Messi parece tener la mirilla desviada e incluso el pasado sábado volvió a fallar un penalti contra el Levante. Ha tirado en 31 ocasiones, 15 entre los tres palos, y su acierto ronda el 12,5%. Uno de sus siete tiros en Vigo dio en el poste de Sergio.
“Es muy raro”, piensan también sus compañeros, que no aciertan a dar la razón del desacierto. “Ya la meterá. Llegarán sus goles”, reitera Luis Enrique, “como siempre”. Quienes forman parte de su entorno más próximo advierten, en cualquier caso, que el 10 no es ajeno a la realidad: “Se acaba enterando a poco que entre en un restaurante y lea la portada de un periódico deportivo. Entonces sabrá que ha de romperla. Y meterá tres”. Nadie parece preocupado por Messi, al que se ve tranquilo, consciente quizá de que solo le falta ser más regular después de protagonizar ya grandes momentos durante la temporada.{Entradilla}
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