Bartra, un central que ataca
“A mí lo que más me gusta es defender, pero si puedo ayudar con algún golito, mejor”, afirma el zaguero del Barça, elogiado también por Luis
Nadie en el vestuario del Barcelona tiene muy claras las razones por las que Marc Bartra es suplente de suplentes, pero todos sus compañeros sabían que por mucho que hiciera en la pretemporada, no conseguiría cambiar la idea de Luis Enrique. “Le tiene cruzado, Vermaelen va por delante”, aseguró uno de sus compañeros durante la gira que el Barça realizó por los Estados Unidos. Y ayer, lesionado el belga y todavía sancionado Piqué —cumplió el cuarto y último partido de castigo—, el técnico decidió dar descanso a Mathieu y apostó por el catalán, que salió al rescate del equipo, como suele. Regresaba a una alineación por la que no asomaba desde que fuera titular ante el Athletic en la ida de la Supercopa en San Mamés 4-0).
Aseguran los entendidos que Bartra difícilmente juega mal, acaso arriesga en exceso. No fue ayer el caso porque el equipo necesitó de su ayuda ofensiva para abrir el partido y de su sapiencia defensiva para proteger a Ter Stegen. Marcó un gol que dedicó a su hija Gala, que cumplió un mes el sábado y a su compañero y amigo Rafinha, a quien la próxima semana el doctor Ramón Cugat intervendrá de una lesión de ligamentos cruzados en la rodilla derecha. Marc, tras los abrazos de rigor, corrió al banquillo y recogió una camiseta del brasileño como hizo también Neymar.
Totti logra su gol 300 con el Roma
Los rivales del Barça en la Champions tuvieron suerte dispar en la jornada de ayer. La Roma no pasó del empate ante el Sassuolo (2-2). Los goles fueron de Salah y Totti, que logró su tanto número 300. "No sé quién es más importante aquí, si Totti o el Papa. Pero sí que Francesco tiene la camiseta de la Roma como segunda piel", dijo el técnico Rudi García.
Caída del Leverkusen. El equipo de Schmidt perdió ante el Dortmund (3-0) y el BATE ganó al Thorpedo Zhodino (1-0) para ampliar a 11 puntos la ventaja en la liga bielorrusa.
Lleva el central catalán, de Sant Jaume dels Domenys, 83 partidos, 49 en Liga, y suma 6 goles, porque le gusta tomar la mochila y salir de excursión en busca de la portería contraria, muy a lo Piqué, su gran mentor en el vestuario del Camp Nou. No suele quejarse nunca, por buena persona y por barcelonista, aunque se enfada cuando le recuerdan jugadas como la que protagonizó hace dos años con Bale en la final de la Copa, después que también hubiera marcado un gol al Madrid.
Bartra fue decisivo a la hora de dar salida a la pelota, especialmente necesaria por la discreta actuación de los laterales y de Mascherano. Brillante en el cruce, al chico de los ojos azules, ese chaval en el que confía mucho Del Bosque, volvió a reclamar su derecho a ser disputar minutos en un equipo donde, suplente de suplentes, cada vez que juega saca buena nota. “Marc siempre nos aporta muchas cosas”, asintió ayer el propio Luis Enrique. “Ha estado atento defensivamente, sobre todo en la vigilancia; también ha destacado en la circulación de la pelota y además ha marcado un gol”, añadió. “Tiene calidad para hacerlo. El suyo ha sido un partido completo”.
“A mí me encanta defender, es lo que más me gusta”, abundó Bartra. “Me satisface robar balones. Pero si puedo ayudar con algún golito, mejor”. Y remachó. “Messi me la ha puesto al pecho, y si te la dejan fácil todo resulta más sencillo. No es fácil abrir la lata en estos partidos”. Y remachó. “Hemos demostrado que esté quién esté el equipo funciona. No está en mis manos disponer de más partidos para coger más confianza. Hay que luchar, porque si lo haces, Luis Enrique te premia”
Feliz, Bartra incluso animó a Messi: “No tenemos que cambiar al lanzador de penaltis. Al mejor jugador del mundo hay que apoyarle en todo”.
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