“El fútbol nos debe una”
Gárate revive sus recuerdos de la Copa de Europa, entre ellos la final perdida en 1974 ante el Bayern de Munich
José Eulogio Gárate (Argentina, 1945) se crió en Eibar, aunque nació en Sarandí durante una visita de sus padres a su abuelo, exiliado por la Guerra Civil. Sus primeros recuerdos de la Copa de Europa se remontan al NO-DO, "veías los goles del Madrid de Di Stéfano", y a la información que le llegó al internado en el que estudiaba de esa épica eliminatoria entre el Manchester United y el Athletic de Bilbao. Luego, tendría la oportunidad de vivir como jugador aquella final del 74 que el Atlético perdió con el Bayern, y como aficionado la que hace un par de temporadas le arrebató con la misma crueldad el Real Madrid.
"La última que perdimos es distinta, porque ahora es más complicado llegar hasta una final. Compites con los clubes más potentes de cada Liga y antes solo iba uno", advierte. "Nosotros estuvimos a punto, hubo esa jugada desgraciada en el último minuto, con ese gol de Schwarzenbeck, el central que me marcaba", rememora. "Luego, en el partido de desempate, nos pasaron por encima porque nosotros estábamos física y anímicamente mal y ellos todo lo contrario".
De la final de Lisboa de 2014 admite que "el Madrid jugó mejor y mereció empatar antes", pero que fue lo mismo que en Bruselas: "Otra vez estábamos muy cerca y en el último minuto... El fútbol le debe una Copa de Europa al Atlético y ojalá sea este año porque creo que hay una buena plantilla que con el sello de Simeone puede hacer grandes cosas". De plantillas y equipos, Gárate señala al Ajax de Cruyff y al Bayern de Beckenbauer como los que más le impactaron. "El Ajax tiraba el fuera de juego y sus jugadores se movían por todo el campo. No estábamos acostumbrados a eso. Los alemanes, y quizá también los ingleses, eran más fuertes físicamente".
Gárate habla de la vieja Copa de Europa con cierta nostalgia. "Aquellos primeros viajes a Vojvodina y Malmoe no tienen nada que ver con los de ahora. No había vuelos directos. La información que nos llegaba de los rivales era porque alguien tenía un amigo en el país de turno. Tampoco la dimensión es la misma, la trascendencia ahora es mayor".
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