La Real y el Sporting se anulan e Illarramendi debuta con ovación

Illarramendi volvió a por su sombra, esa que permaneció en Anoeta durante su yerma experiencia en el Madrid, y pareció encontrarla. Jugó 74 minutos y dejó el campo ovacionado y con buenas sensaciones, mejores que las de su equipo. Fue lo más destacable de un encuentro denso entre la Real y el Sporting, dos equipos sin gol. Los dos sumaron un nuevo empate a cero.

A las primeras de cambio Moyes le dio el timón al recién regresado. Presionó, se ofreció y fue, en la primera parte, el jugador realista más influyente. Formó pareja en el centro del campo con Rubén Pardo, y aunque empezó algo pegado a los centrales fue conquistando metro con los minutos.

Las ganas, de inicio, las puso el Sporting. Abelardo apostó por el mismo once que aguantó estoicamente la andanada del Madrid en El Molinón, y en los primeros minutos pusieron la chispa a un partido previsible. Entre Sanabria, Guerrero y Carmona el Sporting salía a la contra, aprovechándose de las imprecisiones de la Real. Como respuesta obtuvieron una ocasión de Jonathas, que estuvo a punto de sorprender a Cuéllar con un control y un remate a la media vuelta, pero se fue desviado.

Poco a poco la Real fue sofocando los fogonazos del Sporting. Bruma entró en el partido, Illarramendi comenzó a soltarse y Xabi Prieto y Vela se activaron. Llamó la atención la desconexión del mexicano, lejos de las jugadas de influencia. Sin embargo, en su cabeza pudo estar el primer gol, tras un buen centro de Bruma.

En la segunda parte el guión fue parecido. Halilovic, la perla del Barça cedida al Sporting, se estrenó en Primera y dio algunas pinceladas de su calidad, un oasis en la monotonía. Solo en los minutos finales aceleró la Real, pero fue tarde. Reyes sacó los mejores reflejos de Cuéllar, aunque la jugada estaba invalidada por fuera de juego, y De la Bella buscó la escuadra desde la lejanía, que hubiera roto el justo y monótono empate.