Tarde de locura en Bilbao por el Athletic campeón de la Supercopa
El equipo de Valverde celebra en tierra firme el título los aficionados llenan la explanada del Ayuntamiento
Nada más concluir el partido en el Nou Camp, que otorgaba la Supercopa al Athletic, la Junta Directiva comunicó los actos de celebración del título que concluía una travesía del desierto de 31 años. Definitivamente, no había gabarra. El debate estaba concluido, pero no frenaba -más bien incrementaba- las ganas de celebración que ha tenido puntos tradicionales en la tarde de hoy: la ofrenda a la Virgen de Begoña, a las tres y media, y después el recibimiento en el Ayuntamiento de Bilbao, donde miles de personas han abarrotado la explanada del Consistorio y sus aledaños para homenajear al equipo. En una ciudad medio vacía, todo el que quedaba en Bilbao, pese a las vacaciones, se echó a la calle para aclamar al campeón de la Supercopa.
Una gran muchedumbre se reunió en la plaza del Consistorio, los jugadores salieron al balcón, donde Iker Muniain ejerció de maestro de ceremonias y extendió por la afición el grito: "Escucha Barça al Athletic campeón". Aduriz, héroe de la Supercopa, mostró su orgullo: "Porque somos una cuadrilla, porque luchamos contra el resto del mundo y porque somos diferentes".
La noche y la madrugada dieron las primeras pistas. Andrés de Poza fue un jurista, escritor, estudioso, poliglota (siete idiomas) y profesor de cosmografía, que fue abogado del Señorío de Vizcaya en el siglo XVI. La calle Licenciado Poza, su calle, se ha convertido en la avenida del fútbol bilbaíno, una recta larga, donde los bares se suceden unos a otros, y huele a vino, pintxo y cerveza. Una calle estrecha que cuando juega el Athletic se convierte en un mar rojiblanco. Al fondo se divisa el estadio y ahora el escudo del club que brilla con fuerza. Desde allí, miles de aficionados siguieron el partido, y vieron como a eso de la medianoche, el nuevo San Mamés se iluminaba con la palabra Txapeldunak (Campeones) que rodeaba el anillo del estadio. Por allí pululaban las réplicas de la Supercopa, a pesar de ser lunes y con medio Bilbao apurando sus días de vacaciones.
Siguiendo hacia el centro, la Plaza de Moyúa es otro punto de referencia. La plaza homenajea a un exalcalde de Bilbao, Federico Moyúa, miembro de la Liga de Acción Monárquica, que dirigió el consistorio en dos ocasiones, 1910 y 1924, potenciando fundamentalmente las infraestructuras de la villa. El único monarca de la plaza era ayer el Athletic, aunque en el camino se hubieran perdido algunas unidades de aficionados. Pero los hubo más intrépidos que esperaron la llegada de los futbolistas a Bilbao. Era la madrugada, pero el sentimiento iluminaba la noche más que la luz de las farolas. Unas decenas se fueron hasta Lezama donde el equipo entrena hoy a partir de las 12,30 horas, antes de darse un baño de multitudes
La historia continúa esta tarde. Esta vez en tierra firme, a pesar de que la Ría de Bilbao luzca mejor que nunca y se parezca en nada a la de hace 30 años, aquella por la que surcaron los últimos campeones. Ahora, en el secano, navegan otros. Y la historia continúa.
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