El duelo más esperado

Es el duelo más esperado. Aunque es el mismo Valentino Rossi quien recuerda que el dominio de Jorge Lorenzo el 2010 fue el que le llevó a marcharse de Yamaha y venderse al mejor postor, nunca antes la temporada ofreció una lucha tan igualada entre los dos, rivales antes que compañeros desde que el español irrumpiera en el garaje del 46 en el 2008.

Hoy, los dos de nuevo en el equipo Yamaha, ya sin muros que impidan miradas de recelo, Lorenzo y Rossi, afrontan la segunda parte de la temporada empatados a puntos en el liderato del Mundial y con el mismo objetivo entre ceja y ceja: el título.

Hasta ahora, nunca pelearon en semejante igualdad de condiciones. Corren con la misma moto, como hicieron entre 2008 y 2010, una M1 que, dicho sea de paso, está considerada este curso como la mejor máquina de la parrilla de MotoGP. Ya no hay un novato y un veterano, como cuando debutó el mallorquín. No tienen que lamentar lesiones, como le ocurrió al italiano en 2010. Y desde el 2009, cuando Bridgestone se convirtió en el suministrador único de MotoGP, calzan los mismos neumáticos.

Además, tienen, según Lorenzo, un estilo muy parecido: “Los dos somos finos, aprovechamos la velocidad en el paso por curva y no cometemos muchos errores. Quizá Valentino frena más fuerte y mejor que yo y eso le da ventaja en un supuesto cuerpo a cuerpo. Yo, en cambio, puede que tenga más paso por curva que él; y, si me siento bien, puedo tener un gran ritmo en carrera”, explicaba, explícito como pocas veces, tras ganar la última carrera, en Brno.

Los dos somos finos, aprovechamos la velocidad en el paso por curva y no cometemos muchos errores” Jorge Lorenzo, piloto de Yamaha

Cree Rossi que Lorenzo es más consistente que él. “Es capaz de ir rápido incluso cuando no logra una puesta a punto fantástica, es muy versátil y se adapta a todas las condiciones; eso le permite alcanzar muy pronto un gran nivel. Nosotros todavía tenemos que trabajar en eso y que mejorar la regularidad en carrera”, indicaba el heptacampeón.

Aunque Rossi ha logrado subir al podio en todos los grandes premios esta temporada —algo que Lorenzo califica de “impresionante”—, no se ha destacado por ser el piloto más rápido prácticamente ningún fin de semana. Logró la pole en Assen; y el de Brno era sólo el segundo domingo que salía de la primera fila. Lorenzo, en cambio, sólo ha fallado en esa primera fila en tres carreras. Y cuando la confianza y la moto le acompañan es más rápido y más eficaz en el vuelta a vuelta que su compañero. Como se vio en Brno.

“Ha sido y será un campeonato divertido. Aunque Lorenzo ha vuelto muy en forma tras vacaciones. Será difícil ganarle”, asume Rossi. Quedan siete carreras.

Márquez, mucha ambición y poca moto

Marc Márquez es el tercero en discordia en la lucha por el título. Sus errores en las primeras carreras de la temporada (cuenta tres ceros de Argentina, Italia y Montmeló) le alejan del cartel de favorito en la misma medida en la que lo acercan sus tres victorias y su ambición sin igual.

Lo que le envalentona a él, que ahora está a 52 puntos del liderato, es pensar que antes del domingo tenía marcado en rojo en el calendario el gran premio de la República Checa, donde no ha tenido muy buenas experiencias en el pasado y donde en 2014 se rompió su racha de diez victorias consecutivas. Sin embargo, quiso pelearle el protagonismo a Lorenzo y terminó en un merecido segundo puesto.

Lo que le ha impedido ser regular son su inconformismo (le ha costado, a menudo, resignarse a terminar en un segundo puesto) y una moto con la que no pilota a gusto: la Honda derrapa demasiado en las frenadas y flaquea (por escasa tracción) en aceleración a la salida de las curvas. Este año en el que la Yamaha es más fácil de llevar, a Márquez se le complican las hazañas. “Si ya es difícil remontarle 50 puntos a un rival, hacerlo con dos es mucho más difícil. Pero mientras haya opciones, lo seguiré intentando”, señala.