Más oros para Rusia y más quintos puestos para España
Las finales de dúo mixto libre y dúo libre se saldan con dos oros para el anfitrión y más batacazos para el equipo de Ana Montero
Las dos finales de natación sincronizada celebradas ayer en la gran piscina del Kazán Arena se saldaron con victoria de Rusia. Una, la del dúo mixto libre, por la vía de la compensación geopolítica, después de que Estados Unidos conquistara el dúo mixto técnico; y la otra, la del dúo libre, por la vía del aplastamiento en todos los órdenes. En el arte de acompasar movimientos natatorios con música, los marciales rusos han resultado ser los mejor dotados del planeta. Incluso en categoría masculina, donde Alexander Maltev se unió a Danina Valitova para colgaron el oro en el dúo mixto. En cuanto a España, ya se puede deicr que se trata de una expotencia de la sincronizada. Quinta en ambas finales, la selección sigue constatando su doloroso declive.
“Estamos muy contentas porque hemos mejorado mucho y nos han subido la puntuación”, dijo Paula Klamburg, pareja de Ona Carbonell en el dúo libre que hasta 2013 conquistó platas en Mundiales y Juegos. El humilde consuelo de las nadadoras españolas en Kazán coincide con el discurso oficial de la federación, que insiste en que esto forma parte de una transición generacional, camino de un futuro tan glorioso como impreciso. Las técnicas españolas hablan de los Juegos de Río como si fuese posible asaltar el podio olímpico dentro de un año. La mayoría de las técnicas y jueces del resto del mundo, y alguna española también, pero entre dientes, dan por hecho que España tampoco tocará metales en Río, porque ni Ucrania ni Japón, la barrera que tiene que franquear, parecen estar en una línea descendente. Todo lo contrario.
Las ucranianas Lolita Ananasova y Anna Voloshina, dos expertas muy consolidadas, se colgaron el bronce en el dúo libre y desplazaron al cuarto puesto a las emergentes japonesas. Ucrania, un país donde las nadadoras apenas pueden entrenar debido a la guerra civil, confirmó la valiosa progresión que ha emprendido en la última década. Otra novedad del concurso fue el triunfo de Italia en el dúo mixto, donde cosechó su segundo bronce, esta vez en la versión libre, gracias a su espléndido (y viril) nadador Giorgio Minisini. Tan espléndido que dejó con la boca abierta a la mentora de Ona Carbonell, la diva de la delegación francesa Virginie Dedieu, cuyo dúo mixto quedó cuarto.
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