El Real Madrid derrota al Milan por penaltis en su último partido en China
Los blancos continúan acoplándose al sistema de Benítez, en el que Bale sigue perdido
No fue tan mal partido como para llegar a la tanda de penaltis, pero con el baile de cambios y probaturas el resultado acabó siendo el merecido. Ganó el Madrid tras 22 lanzamientos (10-9) y se adjudicó la Internacional Champions Cup, un trofeo con más ruido que nueces. Se vio a dos equipos en fase avanzada de composición pero con los costurones típicos de estas fechas. Más suelto el Madrid con Isco, James y Kroos sobre el campo, y con Bale y Benzema incapaces de mezclarse como el agua y el aceite. El galés continúa sin saber qué hacer en su posición como mediapunta, lo que repercute muy negativamente en sus compañeros de ataque.
R. MADRID, 0 (10)-MILAN, 0 (9)
Real Madrid: Keylor Navas (Casilla, m. 45); Danilo (Carvajal, m. 70), Pepe (Nacho, m. 70), Varane (Ramos, m. 45), Arbeloa (Marcelo, m. 70); Casemiro, Modric (Kroos, m. 45); Lucas Vázquez (Isco, m. 45), Bale (James, m. 70), Cristiano (Cheryshev, m. 70); Benzema (Jesé, m. 45).
Milan: Diego López (Donnarumma, m. 74); Sciglio (Paletta, m. 74), Alex (Mexes, m. 45)(Matri, m. 93), Ely (Zapata, m. 45), Antonelli (Clabria, m. 74); Poli (Montolivo, m. 45), De Jong, Bertolacci (Mauri, m. 45), Suso (Honda, m. 45); Niang (Bacca, m. 45), Cerci (Luiz Adriano, m. 45).
Goles en la tanda de penaltis: 1-0. James. 1-1. De Jong. 2-1. Marcelo. 2-2. Matri. 3-2. Casemiro. Bacca lanza fuera. 4-2. Ramos. 4-3. Honda. Kroos falla el lanzamiento. 4-4. Luiz Adriano. 5-4. Carvajal. 5-5. Montolivo.6-5. Nacho. 6-6. Zapata. 7-6. Chryshev. 7-7. Mauri. 8-7. Isco. 8-8. Calabria. 9-8. Jesé. 9-9. Paletta. 10-9. Casilla. Donnarumma falla el lanzamiento.
Árbitro: Di Wang. Sin amonestados.
Shanghai Stadium. 80.000 espectadores.
Que Benítez no cambiará el 4-2-3-1 como sistema de juego en toda la pretemporada es un hecho. No lo hará porque cree que es la mejor manera de impedir que se le parta el equipo y solo lo memorizará a base de repetirlo. Lo que Ancelotti llamaba "equilibrio" para Benítez es "orden". Para ello utiliza dos jugadores como eje en la elaboración de las jugadas de ataque, que hacen también de barrera a la hora de defender. Eso libera (al menos en apariencia) a la parte de arriba para que arriesgue sin necesidad de estar pendiente del retrovisor. Sin embargo, ante el Milan, permaneció junto, pero dio la impresión de que con que a un jugador se le escapara su marca el lío estaba hecho. Ese jugador fue la mayoría de las veces Niang, un francés de 20 años y llamativa envergadura, que revolvió a Danilo y Pepe hasta llegar en repetidas ocasiones ante Navas durante la primera mitad.
Casemiro y Modric, en el once titular, no estuvieron especialmente afinados a la hora de conectar con Bale, que sigue sin saber que cables cortar en su nueva ubicación como mediapunta, lo que provocó que Benzema se moviera a su alrededor como quien no quiere quedarse sin asiento mientras suena la música. No se sintió cómodo el francés teniendo que bailar alrededor del galés, lo que acabó por afectar también a Cristiano, sin cobertura en ataque. Bien ordenado el Milan se adueñó del balón durante determinadas fases del partido aunque los de Benítez no mostraron incomodidad a la hora de perseguir la pelota y reaccionar con rapidez a la hora de recuperarla.
Poco tuvo que ver el partido, ni los propios equipos, en la segunda mitad donde mostraron la que será probablemente su apariencia titular cuando arranque la competición. Con Kroos en el centro del campo e Isco acostado al a banda derecha el juego del Madrid pareció otro. Hasta Bale, que iba moviéndose por donde veía sombras, remató más veces gracias a los bailes del malagueño. Con la entrada del alemán los blancos ganaron ritmo, presencia y criterio.
Algo similar le sucedió al Milan con la incorporación de Bacca, Honda y Luiz Adriano, aunque fue el colombiano el que puso en aprietos a Sergio Ramos, que salió en la segunda mitad en lugar de Varane. El delantero cafetero, fichado por 30 millones al Sevilla, tuvo dos grandes oportunidades a las que dio buena respuesta Casilla. Especialmente en un mano a mano en el que el exportero del Espanyol lució sus buenos reflejos. Curiosamente, acabó siendo definitivo al marcar el último penalti y detener el de su colega Donnarumma, un chaval de 16 años que tardará en olvidarlo.
En su cuarto partido de pretemporada el Madrid continúa afianzando su defensa —solo ha recibido un gol, ante el Manchester City— y aprendiendo a interpretar un esquema de juego en el que hay distintos ritmos de evolución. El siguiente encuentro que disputarán los blancos será el próximo martes ante el Tottenham en el Allianz Arena de Múnich (18.15, La1).
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