La Copa América, expectante ante el debut de Messi
Martino: “Sería imperdonable que esta camada no ganase un título”
El respeto que infunde la selección argentina a sus rivales crece a medida que se sacude progresivamente el pudor y sus componentes revelan el buen estado en el que han llegado a Chile (Argentina es el único equipo grande sin descartados por lesión), lo cómodos que se encuentran en La Serena y lo animado que está Leo Messi. El mejor futbolista del mundo quiere completar la temporada perfecta pero, sobre todo, ganar por fin un campeonato con la selección, único objetivo deportivo que se le ha escapado a dos semanas de cumplir 28 años, la edad dorada de un futbolista. Aunque no sería tan decisivo como conquistar el próximo Mundial, ya dejó claro al aterrizar que su generación “tiene muchas ganas de conseguir un título con la selección”. Ayer su entrenador, Gerardo Tata Martino, afirmó que no cumplir ese deseo sería “imperdonable”. Messi “está en una forma inmejorable”, añadió, aunque su preocupación “es el funcionamiento del equipo. [...] Nuestra vara está en el rendimiento, la de ustedes [por los periodistas] estará en el resultado".
Aislado del mundanal ruido y protegido de objetivos indiscretos por un contingente de carabineros, tal es la placidez reinante en el cuartel general argentino que Martino ha prescindido de entrenar en el escenario del partido contra Paraguay (La Portada, recién remodelado) porque la Conmebol le adelantó el entrenamiento dos horas (de 19.00 a 17.00) y no quería alterar el descanso de los jugadores. Prefirió quedarse en el centro de entrenamiento La Alpina, a diez kilómetros de la ciudad, donde este sábado (18,30 hora chilena, 23,45 en España. retransmitido por Canal + Liga) habrá 35.000 argentinos según el embajador argentino.
Algunas voces han criticado tímidamente las condiciones favorables de que disfruta Argentina, sobre todo después de que se filtrase hace unas semanas una lista de condiciones presuntamente puestas por Messi (y desmentidas por el argentino) que incluían un cine o un asistente personal. El seleccionador de Ecuador, Gustavo Quinteros, ha dicho que su centro de entrenamiento “es una vergüenza” y ha tomado la decisión de trabajar en las instalaciones de su hotel. Bolivia también ha cambiado de lugar de entrenamiento “por decisión técnica”.
De Paraguay, mientras tanto, se habla bastante poco, a pesar de que ser el vigente subcampeón, puesto logrado precisamente bajo la batuta del ‘Tata’, y del morbo de ver a otro argentino, Ramón Díaz, en el banquillo después de iniciar su primera experiencia como seleccionador hace seis meses. El diario chileno La Tercera ironizaba ayer sobre que los únicos hinchas presentes en los entrenamientos de la selección paraguaya eran aficionados del Colo Colo, debido a la presencia de su guardameta Justo Villar, y la escasa pasión levantada por una selección que después de ser cuartofinalista en el Mundial 2010 ni siquiera se clasificó para el de 2014. Díaz pretende guiar la renovación de una selección que verá a la generación de Roque Santa Cruz despedirse de la Copa América. “Conocemos muy bien las características de Argentina, sus virtudes, lo que es Messi... Vamos a intentar cortarle los circuitos a Messi para que reciba lo menos posible”, señaló ayer Díaz en rueda de prensa. Martino, que dice “deberle todo a Paraguay como entrenador”, destacó ante todo su pujanza en el juego aéreo, “algo tradicional del futbolista paraguayo”. Pero no esconde su optimismo: "Llegamos bien y deberíamos tener una muy buena producción”.
En el atardecer de la playa de La Serena, mientras tanto, se oía acento argentino en los puestos de empanadas de marisco. Cuatro hinchas de Mendoza llegados al Pacífico en coche (unas diez horas de trayecto) debatían sobre la comparación permanente entre Leo Messi y Diego Armando Maradona. Había dos a favor de cada uno. En 2011 muy probablemente hubiese ganado Maradona 3-1.
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