Miles de personas protestan contra el descenso administrativo del Elche
"Una ciudad entera no puede pagar por la mala gestión de unos directivos", se lamenta un seguidor del club ilicitano
Elche anocheció este viernes con el grito de 2.000 personas agolpadas en la plaza del Ayuntamiento reclamando la permanencia de su club de fútbol en la Primera División del fútbol español. Al cántico de “Somos de Primera” o “No nos moverán”, la afición ilicitana pareció estar aguardando algún tipo de milagro que desdijera la sentencia de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), que ha convertido al equipo franjiverde en el primero en sufrir un descenso administrativo por incumplir sus deberes con la hacienda pública en más de ocho millones de euros.
“No es de recibo, no puede toda una ciudad pagar por la mala gestión de los dirigentes de un equipo que subió con poco y ha resistido con menos”, dijo bajo los pórticos consistoriales Juanfran Moreno, uno de los aficionados. “Nos hemos salvado dos años con un presupuesto bajísimo, nadie ha dicho una palabra altisonante pese a los impagos, ni los jugadores ni el entrenador que han dado el 200%”, protestó este conductor profesional de 45 años con las lágrimas en los ojos. El shock en la ciudad es palpable. En la concentración convocada por la Plataforma Salvemos al Elche, aficionados comentaban cómo el equipo de cadetes rompió a llorar en el entrenamiento de este viernes cuando se enteró del descenso. “Y mañana se juegan el ascenso a la primera autonómica en Valencia”, decía uno.
El equipo, atendiendo a sus dirigentes, podría incluso desaparecer. Gritos contra la Liga de Fútbol Profesional y también contra el Éibar, el club que se ha personado a favor del descenso del Elche y ha mantenido así la plaza en la categoría de honor, abundaron en la plaza municipal. “No sé cuantas veces nos han puesto a jugar un lunes a las diez de la noche y aún así, 25.000 tíos plantados allí hiciera frío o calor. No pueden hacernos esto”, exhortó Antonio Maciá, un hombre que supera los 60.
No es la primera vez que el equipo está en peligro de desaparición. A inicios de los años 50, con una deuda de 600.000 pesetas de las de entonces, dos pequeños empresarios y el propio equipo de fútbol montaron una cooperativa en la Tercera División y en apenas cuatro años se plantaron en Primera. Fue el inicio de una aventura que puede tener un amargo final. Desde el mundo de la política local al empresarial se pronunciaron con tristeza y rabia tras la confirmación de la sentencia del juez de Disciplina Social de la LFP.
Juan Anguix, el presidente del club, aseguró antes del inicio de la protesta que el club acudirá al Tribunal de Arbitraje y, en último caso, a la justicia ordinaria para detener un descenso que consideran injusto. Hace dos años, en la misma plaza donde la afición demanda hoy que se respete su permanencia, todo era celebración después de que el club ascendiera tras casi un cuarto de siglo sin pisar la Primera División.
El Elche ascendió con el séptimo presupuesto de la categoría de plata. Contra viento y marea se ha mantenido dos años en la máxima competición mientras los despachos hacían agua. Hace siquiera seis meses se le daba por desahuciado siendo colista, ni se le permitió fichar por sus deudas con la hacienda pública. Lo ocurrido con el Elche tiene un precedente en 1995, cuando el Celta y el Sevilla estuvieron descendidos durante unos días en agosto por retrasos a la hora de presentar los avales requeridos por el campeonato de fútbol profesional. Las manifestaciones de sus aficionados en Vigo y Sevilla consiguieron que la LFP readmitiera a ambos. “Me da que eso no va a ocurrir con nosotros”, dijo Pedro Martínez, un joven que se acercó desde un pueblo cercano a Elche.
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