Los guardianes de la Copa
Arsenal, Wolfsburgo, Paris Saint Germain e Inverness se bañaron en confeti tras lograr el último título doméstico de la temporada
A falta de que el próximo viernes Barcelona y Juventus disputen la final de la Liga de Campeones en Berlín (20.45, La1, TV3, C+Liga de Campeones), las competiciones europeas dieron ayer por concluidas sus temporadas con la disputa de las finales de Copa. Inglaterra, Alemania, Francia y Escocia presenciaron como los jugadores del Arsenal, Wolfsburgo, PSG e Inverness levantaban las respectivas copas mientras una lluvia de confeti les inundaba por completo.
Inglaterra. La revancha de Wenger.
Seguro que Wenger se acordó de Mourinho y su "aburrido es llevar 10 años sin ganar la Premier", cuando el francés atacó al Chelsea de su archienemigo por considerarlo un equipo apático. Anoche, en el mítico estadio de Wembley y ante 89.283 espectadores, el técnico del Arsenal recuperó la sonrisa después de que su equipo golease al Aston Villa (4-0) y levantase su 12ª FA Cup (más que ningún otro equipo) mostrando una faceta tan divertida como efectiva.
"Estoy muy orgulloso de lo que hemos hecho porque no es algo fácil. Conseguir este título es muy bueno para el club y yo, personalmente, estoy muy contento porque he disputado siete finales y he ganado seis", fueron las palabras de Wenger tras el encuentro tras conseguir además revalidar el único título que su equipo logró la pasada campaña. "Lo hicimos por nuestros aficionados", se sumó Walcott, autor del primer tanto del partido. "Somos ambiciosos y podemos seguir creciendo ", abundó Arteta, Pero si había alguien un poco más contento que el henchido Wenger, era Cazorla. El medio asturiano fue elegido el mejor jugador de la final confirmando que su adaptación a Inglaterra es total. Ojo al gol de Alexis Sánchez, el segundo del Arsenal, habla por sí solo.
Alemania. Klopp se va de vacío.
La dureza no penalizada del Borussia Dortmund durante las semifinales de la Copa de Alemania resultó el arma arrojadiza con el que diversas voces del Bayern de Múnich (el derrotado) justificaron la permisiva actitud del árbitro que buscaba "que Klopp pudiera despedirse del Dortmund con un título". Pues al final no resultó así. El conjunto amarillo, que ha contratado como sustituto de Klopp -su entrenador durante las últimas siete temporadas-, a Thomas Tuchel, no fue capaz de derrotar al Wolfsburgo (1-3) a pesar de haberse adelantado en el marcador con un tanto de Aubameyang. Luiz Gustavo, De Bruyne y Bas Dost dieron la vuelta al marcador logrando para el Wolfsburgo su primera copa de Alemania. Un detalle curioso que rodeó el encuentro fue que por primera vez en la historia del fútbol germano se utilizó "el ojo de halcón" (herramienta videográfica que registra todo lo que ocurre sobre el campo) durante el partido, y que a partir de ahora se utilizará de manera regular en todos los estadios. Pero por el momento eso Klopp ya no lo verá.
Francia. 'Cuatriplete' del PSG.
No ganarán la Champions, objetivo primordial de un equipo sin límite de presupuesto (está por ver si entra en vigor la penalización de la FIFA por vulnerar el 'fair play' financiero), pero la liga francesa, la Copa de la Liga, la Supercopa, y el Trofeo de Campeones (lo que sería en España la Supercopa) ya son suyas. La última carta ganadora que le catapultó a la consecución de ese póker salió tarde , pero a la postre resultó definitiva. El encuentro sólo se rompió en el minuto 64, cuando un cabezazo de Cavani logró superar la rocosa defensa del Auxerre (0-1). Hasta ese momento, el equipo de la región de Borgoña, que milita en la segunda división francesa, había logrado plantar cara al todopoderoso PSG. Sin embargo, el romanticismo de la gesta duró hasta que apareció en escena la cabeza de Cavani.
Escocia. Los héroes de Inverness.
Pasarán a la historia de su equipo por ser los primeros en lograr levantar la Copa de Escocia. Y eso que su biografía tampoco reúne por el momento demasiados volúmenes, puesto que este modesto club de la capital de la región de las Highlands se fundó hace 19 años, en 1994. El regalo doble de su gesta, además de rellenar las vitrinas, es la clasificación para la próxima edición de la Liga Europa. Y todo gracias a que a cuatro minutos para el final James Vincent aprovechó un mal despeje del portero del Falkirk, Jamie McDonald, para deshacer el empate y poner el definitivo e histórico 2-1 en el marcador. Si en algo pueden competir con sus 'compañeros guardianes de la Copa' es en alegría.
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