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FC Barcelona | El adiós a Xavi
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Xavi, transformar el juego en arte

Xavi en la Supercopa de España de 2009.
Xavi en la Supercopa de España de 2009.Reuters

Xavi, después de haber decidido dejar también el Barça quiero darte las gracias. Agradecerte ese día cuando empezabas en el que, al verte jugar, descubrí que era posible esa forma mágica y tan difícil —haciéndola parecer tan fácil— de entender el fútbol uniendo inteligencia, toque y visión global.

Esa forma tan peculiar de concebir la construcción del juego de la que nos hablaban nuestros mayores de forma nostálgica cuando recordaban a esos centrocampistas natos como Samitier, Schiaffino, Ben Barek, Coluna, Liedholm, Mazzola, Zizinho o Luis Suárez; pero también aquellos otros que coleccionábamos en los cromos y calcomanías. Grandes jugadores como Boby Charlton, Zico, Neeskens, Rivelino, Platini, Sócrates o Rivera, probablemente los verdaderos arquitectos de los momentos más gloriosos de este deporte ahora transformado en negocio.

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Desde esos primeros instantes supe que ese frasco de las esencias que diferencia el juego rudo de patadón y cerrojazo, de ese otro, el fútbol gourmet, el de toque creativo, pasillos estrechos de pase y creación milagrosa de espacios, ya tenía dueño. Tú has sido el justo heredero de esos grandes maestros capaces de transformar con sus botas este juego en arte; octavo o noveno arte, pero arte a fin de cuentas. Y fue justamente desde ese momento cuando encontré —como toda mi generación condenada a desengaños y frustraciones futbolísticas recurrentes— motivo para volver a creer en la grandeza de este deporte, recuperar la capacidad de seducción con este aparente entretenimiento tonto que, con jugadores como tú, se transforma en un espectáculo grandioso de construcción en donde todas las notas suenan bajo la batuta de un director. Esa ha sido tu grandiosa labor: hacer de 11 personas, de 11 egos bien inflados, un grupo coral capaz de tocar las más difíciles sinfonías en todo momento y en cualquier campo.

Cómo poder agradecerte a ti como emblema de esta forma de entender el esfuerzo colectivo para liderar una generación inmensa de jugadores, los triunfos compartidos e incluso, más allá de lo meramente deportivo, haber sido capaz de elevar el tono colectivo tan maltrecho en demasiados momentos en los últimos años, para propiciar esa confianza en nosotros como pueblo y en las capacidades de este equipo humano plural, diverso y complejo que somos.

Esa ha sido tu grandiosa labor: hacer de 11 egos bien inflados, un grupo coral capaz de tocar las más difíciles sinfonías

Y llegados a este punto de ciertas dudas respecto al futuro futbolístico y sobre el método más adecuado para afrontar este momento de tránsito, ante las tentaciones cainitas que siempre afloran en nuestro ADN colectivo ante la sensación de fracaso, muchos esperamos que esta forma representada por Xavi de entender este deporte espectáculo —cada vez más lo segundo que lo primero— perdure en el tiempo y se persevere en los valores fusionados de creación frente a las tácticas que recurren de forma predominante a las figuras individuales, a las que se supedita todo lo demás. Por no hablar de tópicos casposos del pasado ya superados como el de la furia española.

Por lo pronto, como particular homenaje, seguiré poniéndome la camiseta con tu nombre y me seguiré emocionando con esos pases medidos a la espalda de las defensas como recurso a la fantasía en el juego. Y cuando pasen los años, le podré decir a mis nietos: yo vi jugar a Xavi Hernández liderando a un grupo de valientes que hicieron soñar a mucha gente que podían ganarlo todo y lo ganaron.

Gustavo Palomares es catedrático europeo Jean Monnet en la UNED y presidente del Instituto de Altos Estudios Europeos. gpalomares@iaee.eu

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