La Copa de Europa, obsesión y culminación para el Real Madrid

“El Real Madrid no puede vivir de momentos. Los grandes equipos viven de trayectorias”, defendió Pablo Laso antes del gran momento de la temporada. Hasta su llegada, en el verano de 2011, el club más laureado del continente llevaba cuatro temporadas sin abrir las vitrinas, seis años sin conquistar una Liga, 18 sin jugar una final de la Copa de Europa y 19 sin ganar la Copa del Rey. En cuatro cursos en el banquillo blanco, el técnico vitoriano ha logrado 7 títulos —una Liga, tres Copas y tres Supercopas— y ha alcanzado 12 de las 15 finales posibles. Un camino sobresaliente con un baloncesto excelso que sin embargo no ha logrado esquivar definitivamente la sospecha por los dos fallos consecutivos con el último golpe de cincel: la Copa de Europa. “Así es la exigencia y la ambición de este club”, asume Laso. Esta noche (20.00, C+ Deportes), en su casa del Palacio de los Deportes, ante el Olympiacos de Spanoulis, Laso buscará de nuevo saldar la obsesión de la institución para alcanzar la culminación de su obra.

Habrá que mezclar las emociones y los sentimientos con la calma y el baloncesto” Pablo Laso, técnico del Madrid

A pesar de que el pabellón se ha transformado por exigencias del guion en cancha neutral, el Madrid se cambiará en su vestuario de siempre y correrá sobre el mismo parquet. Solo las canastas son distintas. En ese ecosistema, en su pista, los blancos han disputado 126 partidos en cuatro temporadas y han ganado 114 (90%). En ese tiempo, solo han sufrido cuatro derrotas en competición europea. “Llegamos más enteros que hace un año porque las lesiones llegaron antes, pero ni eso es excusa para lo del pasado ni nos garantiza nada para esta final”, señaló Laso. “Habrá que mezclar las emociones y los sentimientos con la calma y el baloncesto”, cerró. En esta ocasión, la grada será blanca: unos 5.000 madridistas frente a los 2.000 de Olympiacos.