El Barça más Atlético
Los jugadores azulgrana han hecho suyas virtudes del equipo de Simeone como la competitividad y la eficacia a balón parado
El técnico del Barça Luis Enrique es resultadista. Nunca lo amagó —ya en su primera rueda de prensa dejó claro que lo que quería era ganar por encima de jugar bien— y a cada ocasión que puede lo recuerda. “Ganar nunca es malo, aunque sea así”, confirmó tras batir por la mínima al Celta en Balaídos. “Hay que ganar, no hay otro resultado que valga”, expuso, por ejemplo, antes de medirse con el Granada. Y así se lo exige también el Madrid —“quedan cinco partidos y tenemos que ir a ganar todos”, dijo hace un mes— y así se lo autoimpone él porque entiende que sólo de esa manera su equipo saldrá tensionado, con la lucha por bandera. Y para conseguirlo cualquier detalle vale. Como las jugadas a balón parado, donde se ha fortalecido.
Hace exactamente una temporada, el Atlético se presentaba en el Camp Nou con la aureola de equipo competitivo, febril cuando de una jugada de estrategia se trataba. Y Godín se alzó más que nadie para cabecear un córner y arrebatarle el título de Liga al Barça, que perecía desde hacía tres jornadas. Ahora, sin embargo, los azulgrana son más Atlético que nunca, con facilidad para armar la contra —“es el mejor del mundo en eso”, reivindicó Guardiola, entrenador del Bayern—, siempre con una carrera por ofrecer y fiables en la estrategia. Tesis que aclaran los números de la Liga, dado que ha firmado 22 tantos a balón parado (seis de ellos desde el punto de penalti; ocho de córner; cinco como prolongación de una falta; y tres de chut directo).
El último gol de estrategia encajado en la Liga se remonta al duelo de la primera vuelta ante la Real
La estrategia es una vía
Messi ha festejado dos goles de falta directa por otro de Neymar. Mathieu encabeza la lista de rematadores de falta con dos dianas (fueron consecutivas, ante el Madrid y el Celta), seguido de Neymar y Piqué, que embocaron una cada uno. A la salida del córner, en cualquier caso, Piqué y Messi son los reyes porque han cantado bingo en tres ocasiones, además de las celebraciones únicas de Busquets y Bartra. “La estrategia es una vía para poder ganar y hay que sacarle partido a todo”, resume Luis Enrique, que recurre a su ayudante Juan Carlos Unzue para trazar las jugadas ensayadas en ataque y la disposición defensiva en contra. Lejos quedan las palabras del equipo del año pasado, cuando tras lograr un gol a balón parado frente al Milan admitieron: “No estaba preparada”.
En el curso anterior, entre Valdés y Pinto encajaron 13 goles en la estrategia. No ocurre lo mismo con Bravo, que apenas ha recibido seis tantos: cuatro de penalti y dos de córner, el que cabeceó Pepe en el clásico del Bernabéu y el que se metió Alba ante la Real, hace más de una vuelta. Cuentan desde el Atlético que Unzue le tiene pillada la matrícula a las jugadas que prepara Germán Burgos y que así lo evidenció en los tres duelos previos de este curso, el liguero y las semifinales coperas. Al Barça le vale con ganar o hacer el mismo resultado que el Madrid para asegurarse el título de Liga.
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