Carla Suárez, finalista en Roma
La española bate a la rumana Halep (2-6, 6-3, 7-5), se jugará el cetro italiano contra Sharapova (13.30, Canal+ Deportes) y llegará a Roland Garros como número 8 de la WTA
Quien pensase que lo de Carla Suárez era un farol, que aflojaría el pistón y que en un momento podía caer en la tentación de la autocomplacencia de quien acaricia el éxito, lo lleva crudo. "Siempre quiero más", advertía a este periódico la canaria, una jugadora que desafía la lógica actual del tenis femenino, dominada por la fuerza y el físico, y que poco a poco va destruyendo todas las barreras que encuentra a su paso. Este sábado, la última. La española batió (2-6, 6-3 y 7-5) a la rumana Simona Halep, número dos de la WTA, y disputará la final (13.30) del Masters de Roma frente a Maria Sharapova (7-5 y 6-3 a Daria Gavrilova).
Es importante. Me he demostrado a mí misma que puedo superarme"
Un nuevo laurel para una temporada soberbia, en la que la canaria ya alcanzó otras dos finales (Amberes y Miami), se convirtió en la primera española que pisaba el top-10 desde 2001, y en la que, por derecho propio, se ha ganado un espacio reservado entre las mejores tenistas. Ahora, Carla ya no es una mera telonera, no; ahora, la española acapara los focos, se codea con la crème de la crème y ocupa con asiduidad la primera plana con todo merecimiento.
Su éxito en Roma le ha concedido la última portada. En la capital italiana, la española ha completado una magnifica actuación, redondeada con un billete para la final y una cosecha de puntos que le catapultarán a partir del lunes a la octava plaza del ránking mundial. Qué mejor lanzadera de cara a Roland Garros (a partir del 24 de mayo), donde aspira a dar un nuevo golpe sobre la mesa. Pero antes, Roma; y antes, Halep, la rumana que ha ido creciendo hasta flanquear a la mismisima Serena.
El pulso entre ambas fue intensísimo. No solo por la duración, proyectada hasta las dos horas y media, sino por el intercambio constante de golpes. Carla comenzó un tanto fría y tiesa, como si esperase a una situación límite para entrar de verdad en la escena, así que después de no presentar batalla en el primer parcial respondió en el segundo y compitió a cara de perro en el tercero pese al lastre del saque. Halep hurgó en su servicio (9/15 en puntos de ruptura) y llegó a estar a solo dos puntos de la victoria (5-4 y 30-30), pero la canaria no se inclinó y llegó un poco más entera a la serie definitiva. Y eso que dos días atrás se había marcado un maratón frente a Eugenie Bouchard, a la que venció después de tres horas, y el viernes estuvo exigida por la checa Petra Kvitova.
Al final, victoria para Carla, la tercera esta semana frente a una integrante del top-10. Una nueva dosis de ilusión para una chica de 26 años que llama con fuerza a la puerta y que pisa firme la pista. Ahí le espera ahora Sharapova, vencedora en dos ocasiones en Roma (2011 y 2012) y con la que se ha enfrentado cuatro veces, siempre sobre cemento: 3-1 a favor de la rusa. "Me he demostrado a mí misma que puedo superarme", subrayó la canaria. Sacrificio, constancia, talento. Carla.
Djokovic, sin discusión
No hay manera. Novak Djokovic, número uno indiscutible, privó al español David Ferrer (doble 6-4 ) de jugar la final en el Foro Itálico con una nueva exhibición de fuerza. El serbio, incontestable, luchará así por su quinto título del año (Australia, Indian Wells, Miami y Montecarlo) y por su cuarta corona en Roma tras la de 2008, 2011 y la del año pasado, lograda ante Rafael Nadal.
Federer (6-4 y 6-2 a Wawrinka) será el que intente ponerle freno a Nole. El suizo, que nunca ha logrado el cetro en Roma, fue precisamente el último jugador en vencer al número uno, a finales de febrero en Dubái. Después recibió la réplica en la final de Indian Wells. "Tengo la oportunidad, he jugado bien contra él en el pasado", manifestó Roger.
No obstante, hoy día Djokovic no admite prácticamente discusión. Suma ya 21 triunfos seguidos en 2015 (solo dos derrotas) y hoy día gobierna con un juego tan plástico como efectivo. Ante Ferrer (67% de puntos ganados con el primer saque y 66% con el segundo) no precisó adornos y apostó por la vía práctica. Restó como solo él sabe y ejecutó cuando el guion demandaba la praxis.
Poco que decir para Ferrer, pues. 15-5 en contra en sus careos con el serbio. Pero no se rinde David, en una segunda juventud después de un año y medio complicado. Llegará a tono a París e instalado en el número ocho. Su derrota le garantiza a Nadal aterrizar en la capital francesa en el séptimo peldaño.
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