El Real Madrid vence al Unicaja en el debut de Luka Doncic

El Real Madrid se aupó ayer al liderato en solitario de la Liga Endesa, después de vencer al Unicaja de Málaga (92-77) en un partido aplazado de la jornada 29 de ACB, y tras un duelo en el que los 21 puntos del pívot local Felipe Reyes fueron determinantes para que los madridistas metan distancia precisamente a los malagueños.

El partido también supuso un hito para el conjunto blanco, ya que ayer debutó en el equipo que dirige Pablo Laso la joven promesa del baloncesto europeo Luka Doncic. El jugador esloveno, de 1,98m de altura, con 16 años, dos meses y dos días, se convirtió en el más joven en debutar en el conjunto blanco (el tercero en la historia de la ACB). Salió a la cancha cuando tan solo restaban 1m28s y anotó el primer y único tiro que lanzó, un triple.

Con este holgado resultado, el equipo andaluz culminó una inoportuna racha negativa en Liga; del Barclaycard Center salió encadenando su segunda derrota seguida tras la encajada ante el Baloncesto Sevilla (75-70), lo cual propició que el Real Madrid acechase un primer puesto liguero que ahora logra adjudicarse con este triunfo.

Madrileños y malagueños firmaron un cuarto inaugural bastante equilibrado, en el que destacaba la sencillez visitante a la hora de capturar rebotes ofensivos. Ni los pívots titulares Gustavo Ayón y Felipe Reyes, ni tampoco su compañero de fatigas Ioannis Bourousis, eran capaces de contrarrestar el dominio de su rival bajo aro en esas segundas oportunidades.

Pese al naciente parcial de 9-3 favorable al equipo merengue, esos seis puntos de diferencia (repetidos con el 11-5) no fueron óbice para que el Unicaja pusiera en marcha su armamento desde media distancia.

Bien es cierto que ambas plantillas se mostraban algo fallonas en general, pero la visitante fue rauda para neutralizar su desventaja (11-10) y compaginar con su adversario un primer periodo de tanteo (19-15).

El Real Madrid había dado un pequeño estirón justo antes del bocinazo de los 10 minutos, para encarar un segundo cuarto de nervios y bronca en su banquillo. Transcurridos tres minutos y medio, y con 23-20 para los pupilos de Pablo Laso, el entrenador madridista protestó con muchos aspavientos una decisión del trío arbitral; tal suceso se saldó con dos faltas técnicas para un Laso que, con ello, fue descalificado entre irónicos aplausos de la grada local.

Los merengues, espoleados por dicha acción, entrelazaron un eficaz parcial de 15-8 que colocó una decena de distancia (38-28) gracias a la inspiración de sus hombres bajos. Los bases Sergio Llull y Sergio Rodríguez comandaron varios arrebatos que tan solo Caleb Green y Vladimir Golubovic atinaban a replicar de entre las filas malaguistas.

Ambos jugadores auspiciaron una tímida reacción visitante para marcharse al descanso seis abajo (43-37), aunque el tercer periodo fue terreno propicio para un verdadero festival de Reyes. El pívot madridista, apagado hasta entonces en las tareas anotadoras, certificó 16 puntos en poco más de ocho minutos; ese jugoso rendimiento fue clave, de cara a que los suyos ampliasen una calmada ventaja en el marcador.

Los de Laso, ya sin su técnico en el banco, no notaron tal ausencia y merodearon la veintena a su favor después de ese entonado tercer cuarto (68-52). La estrategia andaluza, excesivamente centrada en los triples de Green, era un evidente intento a la desesperada de voltear el marcador, aciago para los jugadores entrenados por Joan Plaza. El otrora madridista Carlos Suárez auspiciaba el desempeño de su compañero, a la postre insuficiente para la remontada.

El Real Madrid abrochó sin sobresaltos una victoria (92-77) que corrobora a los blancos como principal favorito en los inminentes play-offs por el título, únicamente empañada por la lesión final de Rudy Fernández en uno de sus tobillos. El balear se perdió así los últimos compases, donde debutó (con triple nada más salir) Luka Doncic.