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El Madrid gana al Almería con un golazo de James y nada más

El cuadro de Ancelotti, con poca chispa, se alivia ante un digno Almería con una genialidad del colombiano

José Sámano
Dos Santos marca en propia el 2-0.
Dos Santos marca en propia el 2-0.alejandro ruesga

Sesteaba un Madrid sin diente, con el descanso, poco merecido, a unos segundos. Varane por fin se anticipó a Hemed, el ariete que daba salida al pulcro juego del Almería. El birle descolocó por una vez al cuadro de Sergi, y Trujillo hizo un despeje poco ortodoxo hacia el balcón del área. La pelota brincó, justo a la altura preferida de este James que más que goles recrea golazos. Este también lo fue, y no es el primero. Su zurdazo hizo salir al balón de estampida hacia la red de Rubén, al que solo dio tiempo a ver pasar un meteorito. Extraordinaria pincelada para el gol 100 del Madrid en Liga, cifra que alcanza por sexta temporada consecutiva. Claro, las que lleva Cristiano en el club. Él pudo hacer el 101, pero esta vez su arrebato fue de nobleza y negó la autoría de inmediato. Fue Dos Santos, el central rojiblanco, quien barrió la pelota para su casa. El segundo acto acababa de comenzar, en malas horas encajó el Almería, al que batió del todo Arbeloa, ya con el partido muy mustio.

REAL MADRID, 3-ALMERÍA 0

Real Madrid:  Keylor Navas; Arbeloa, Varane (Nacho, m. 87), Pepe, Coentrao; Illarramendi (Lucas Silva, m. 65), Kroos, James (Isco, m. 65); Jesé, Chicharito y Cristiano Ronaldo. No utilizados: Casillas, Marcelo, Odegaard y Mayoral.

Almería: Rubén; Ximo Navarro, Trujillo, Dos Santos, Dubarbier; Edgar (Zongo, m. 58), Verza (Azeez, m. 66), Mané, Thomas (Espinosa, m. 62); Corona; y Hemed. No utilizados: Julián, Iván Sánchez, Casado y Marín.

Goles: 1-0. M. 44, James Rodríguez. 2-0. M. 49. Dos Santos (propia puerta). 3-0. M. 84. Arbeloa.

Árbitro: Iglesias Villanueva. Amonestó a Coentrao.

63.813 espectadores en el Bernabéu.

El do de pecho de James fue de los pocos motivos para brindar del Madrid, para un Madrid remolón, de baja intensidad y poco tino. El cartel del adversario, sin siete titulares en la alineación, con el Sevilla, el Juventus y el Valencia en sala de espera… Por lo que fuera, se desplegó un equipo con poca chicha, incapaz de domesticar a su rival, que se refugió con el balón en el medio campo, sin un pelotazo de más. Corona, Verza, Thomas y Mané, con el ancla de Hemed, tomaron la jefatura. El Madrid llegaba tarde a la presión, al amago de achique más bien. Su poco empeño en la recuperación daba aire al Almería, que jugaba a sus anchas, solo rebajado cuando tenía a Keylor Navas en el objetivo.

Sin chispa el Madrid, salvo por un arranque fugaz de pocos minutos, el Almería se encontró con un sosiego que jamás hubiera soñado. Con Illarra de puntillas y Jesé poco activado, el conjunto blanco no daba con el hilo, a rebufo por el centro y sin recorrido por fuera, donde Coentrao y Arbeloa quedan más limitados que sus titulares, Carvajal y Marcelo. El equipo cayó en la nadería, salvo por algunas faltas de Cristiano, de esas que hacen perder el sentido al balón, que vuela como un pato mareado, sin una ruta clara. Tal era la sosaina que el Madrid solo aceleró en un cómico saque de banda, con Coentrao y James, a cinco metros uno de otro, cada cual con su pelota, sincronizados a la perfección a la hora de ejecutar la acción.

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Tampoco estaba el chico de moda, Chicharito, al que el poco juego de sus compañeros dejó aislado, como un forastero hasta que citó a Arbeloa en el gol que cerró el marcador. No encontraba quien le inyectara al encuentro. Sin más noticias que el elogiable plante del Almería, el partido derivaba hacia el intervalo cuando James cargó la zurda. El mejor consuelo posible para miles de bostezos. Este colombiano no tiene techo, va a más y a más. Tiene repertorio, pero su golpeo con la izquierda es de un solista de primera categoría. Una pierna que vale por dos. Para qué demonios quiere la derecha.

Con los confetis por James, el Madrid encontró alivio, más aún cuando el Almería, en otro minuto de los que duelen, nada más abrirse el segundo tiempo, entregó la cuchara de mala manera, su única tacha de la noche. Kroos, tras ejecutar un córner, se quedó en el ala, sin custodia alguna. Lo advirtió Jesé, en su mejor puntada del día, que le enfiló hacia Rubén por la línea de gol. El pase del alemán se le anudó a Dos Santos, con Cristiano en su cogote. El Almería comprendió que se había truncado su sueño. Ya estaba abocado a mantenerse con dignidad y administrar esfuerzos para lo que se le avecina. Logró ambos objetivos. Sergi dio respiro a jugadores de relieve, como Verza y Thomas, y evitó una zurra que tampoco buscó con ahínco el Madrid, al que algo animó Isco con sus bailes con el balón.

Con poco fútbol en la pradera, la gente solo se mantuvo en vilo a la espera de Odegaard, ese parvulario que proclama que el fútbol no tiene edad, lo que desde la institución están dispuestos a subrayar como sea. A sus 16 años, cuatro meses y 12 días, aún le toca el chupete del Castilla, donde no ha deslumbrado ni a Zidane ni a nadie. Ancelotti no lo tiene claro, así que solo le consintió mostrarse en el calentamiento. Se inclinó por Lucas Silva, que un día más no dejó huella, Isco y Nacho. El descanso, para James. Y no para Kroos, eterno, sino para Illarra, al que la tregua podría haberle venido bien, por lo mucho que necesita carantoñas. Otra vez será. Al Madrid le quedaba una muesca de Chicharito, asistente en el gol de Arbeloa que cerró un partido con un golazo y nada más.

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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