Vencedores inesperados en el maratón de Londres
La etíope Tufa y el keniano Kipchoge sorprenden a los favoritos en la despedida de la gran Radcliffe
Cuando, 2h 23m 22s después de haber empezado a correr, la etíope Tigist Tufa terminó, y terminó la primera, de recorrer 42,195 kilómetros por las calles de Londres, ante las miradas de sorpresa de los periodistas que esperaban otra ganadora, dijo: “Sí, todos hablabais de las cuatro fantásticas, parece que os habíais olvidado de la quinta”. Otro tanto podría haber espetado Eliud Kipchoge, vencedor en 2h 4m 42s, del 35º maratón londinense en categoría masculina. “Soy la tercera K, la olvidada”, podría haber gritado el atleta keniano si no fuera por su natural discreto y su proverbial modestia. En la prueba, disputada una mañana gris y con el fresco habitual de Londres, rondando los 10 grados, la gallega Alessandra Aguilar logró una marca de 2h 29m 45s, que ni es su mejor marca (2h 27m 0s) ni se acerca en nada al récord de España, 2h 26m 52s, que era el objetivo de la quinta clasificada en el Mundial de Moscú. Javier Guerra, cuarto en el último Europeo, sí que logró en cambio lo que buscaba, bajar de 2h 10m. El atleta segoviano, con 2h 9m 33s, se quedó a 5s de la marca conseguida por Ayad Lamdassem en Londres en 2014, la mejor marca española de los últimos años.
Las cuatro fantásticas promocionadas como las reinas de la prueba por la organización londinense eran las kenianas Mary Keitany, Priscah Jeptoo y Edna y Florence Kiplagat. De todas ellas se deshizo Tufa, de 28 años, maratoniana de 2h 21m y ganadora en 2014 de los maratones de Shanghái y Ottawa. A falta de cinco kilómetros, bordeando el oscuro y frío Támesis en la gris primavera dominical de Londres, la etíope dio el cambio de ritmo definitivo. Un parcial de 16m 12s entre los kilómetros 35 y 40, un minuto más rápido que el ritmo de carrera, fue suficiente para desarmar a las kenianas. Segunda terminó la gran favorita, Keitany, ganadora en el Mal ante Buckingham Palace en 2012, y tercera la etíope Tirfi Tsegaye.
Más de 13 minutos después de Tufa, la mayor ovación de la mañana acogió en el corazón de Londres la llegada de Paula Radcliffe, la reina del maratón en la primera década del siglo que, a los 41 años, decía adiós a la competición entre lágrimas de emoción. Solo una medalla olímpica le falta en el historial a la campeona del mundo de 2005 (Helsinki), doble plusmarquista mundial (con liebres masculinas, 2h 15m 25s; en carrera de solo mujeres, 2h 17m 18s, ambos récords conseguidos en su maratón de Londres) y triple ganadora del maratón de Nueva York. “El tiempo que lograra hoy no tenía ninguna importancia. Solo quería terminar para agradecer al público todo el apoyo que he tenido toda mi carrera”, dijo Radcliffe llorosa a la BBC. “Pero ha sido muy duro por la emoción: cada kilómetro era más emocionante que el anterior”. Era el 13º maratón de Radcliffe, que solo se retiró de uno en su vida, el más doloroso, el olímpico de Atenas en 2004.
Publicitada como la batalla entre las dos grandes Ks del maratón actual, el plusmarquista mundial, Dennis Kimetto (2h 2m 57s) y el recordman destronado, Wilson Kipsang (2h 3m 23s), de los últimos metros de la carrera emergió la tercera K keniana, Kipchoge, en un desarrollo dramático que hizo recordar la final de los 5.000 metros del Mundial de París 2003. En aquella prueba en la pista del Stade de France se enfrentaban el campeón de 1.500, Hicham el Guerruj, y el de 10.000, Kenenisa Bekele. A ambos les derrotó Kipchoge, como lo hizo el domingo en Londres. Kipchoge, de 30 años, comenzó a labrar su victoria en los últimos 10 kilómetros, corridos a un ritmo de 2m 52s el kilómetro alcanzado no de forma regular, sino fruto de tirones, parones, ataques y contraataques tremendos, tormentosos como la mañana y el viento. De la batalla salieron dos para jugarse la victoria en los últimos 1.000 metros, Kipsang, el ganador en 2014, y Kipchoge, quien cambió de ritmo explosivo y definitivo a falta de 800 metros. A 5s de Kipchoge, que tiene una mejor marca de 2h 4m 5s y ganó en Chicago en octubre pasado, cruzó la meta Kipsang. Después llegó Kimetto, el plusmarquista mundial reducido a ser la tercera K de Londres.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.