Kent gana en Moto3 y Zarco se impone en Moto2

Danny Kent lo volvió a hacer. Con lo difícil que cuesta escaparse de la jauría de motos que componen la parrilla de Moto3, y él ya lo ha hecho dos veces este año. Lo logró la semana pasada en Austin. Y también este domingo en Argentina, donde agrandó la gesta. Si siete días atrás dejó al segundo a más de ocho segundos, esta vez superó los 10, el margen más amplio logrado jamás en la categoría. Kent, de 21 años, ya no es un niño, y, tras un paso frustrado por Moto2 y unos meses malos de vuelta a Moto3, ha recibido todo el apoyo y calor que le faltaba y ha comprendido cómo trabajar para labrarse una victoria tras otra. Además, monta la mejor moto de la parrilla, esa que se trabajó con mucho esfuerzo el campeón del año pasado, Àlex Márquez. La pequeña Honda ya no admite dudas.

Bien lo sabe Efrén Vázquez, que repitió podio y comparte moto y equipo, el alemán Kiefer Racing, con el líder británico. El vasco, todo un veterano ya, se impuso en el último giro de una carrera que se corrió en dos frentes. El primero, en la delantera, lo ganó en un pispás, Kent, a quien le sobraron tres vueltas para tomar medio segundo de ventaja. Fue escapándose poco a poco al principio, hasta terminar imponiendo casi un segundo por vuelta a mitad de la prueba.

En el otro frente llegaron a pelearse por un sitio en el podio hasta una quincena de pilotos, incluidos Fenati (que había sido sancionado con salir último tras propinar una patada a Ajo por la mañana), Oliveira, que cayó a la 18ª plaza tras un toque con Ono, Bagnaia, que salía el 17º, o Quartararo, clasificado en el 15º puesto y finalmente sexto. Tras batallar mucho con el francés y, también con Vázquez, al tercer escalón del podio se subió Viñales, que logró sacar todo el partido a su Husqvarna (KTM): “Trabajo, trabajo y trabajo”, confesó.

Triunfo y escalada para Zarco

A Johann Zarco se le escapó la primera victoria del año. Su moto falló y tuvo que regalarle la primera posición a Folger. No ocurrió esta vez. Después de un fin de semana en el que se llevó la pole y demostró su regularidad, el francés se impuso en la pista argentina de Termas. Fue arañando décimas hasta sobrepasar la barrera de los dos segundos. Allí quedó Lowes, incapaz de alcanzarle, esperando otro imprevisto, que no llegó esta vez. Ganó Zarco después de aguantar el acoso inicial de Rabat, que también tenía un buen ritmo, pero se precipitó al querer ganar la carrera en la primera vuelta. El catalán salió en busca del líder y quiso aguantar tanto que el lugar de convertirse en su sombra, como parecía tener intención, acabó desequilibrándose y saliéndose de la pista. Fue a parar a la grava. Y allí se agotaron sus opciones de podio. El campeón del mundo no ha empezado bien el curso: poco fino y demasiado nervioso, ha sumado apenas 17 puntos en tres carreras.

Todo el empuje que le faltó a Rins el año pasado, cuando aspiraba al título de Moto3, lo tiene ahora

Nada que ver con el inicio (y el estreno) de Rins en Moto2. El chico se entiende a las mil maravillas con su Kalex, la moto más fiable de la parrilla al fin y al cabo; está convencido y enchufado. Todo el empuje que le faltó al inicio del año pasado, cuando aspiraba al título de Moto3, lo tiene ahora. Y a su talento suma la inteligencia para decidir en la pista. Como este domingo: se enganchó al grupo en cabeza, aprovechó los fallos de rivales como Kallio o Simeon, y siguió a Lowes sin descanso, y se puso a su rueda hasta sacarlo de quicio, algo que pasó a tres giros del final: se le acercó en la frenada de la quinta curva, Lowes le avisó, pásame le dijo con la mirada, a ver qué ritmo tienes –"Se giró y no me lo pensé dos veces", dice él–, y le tomó el interior en la sexta. Era más rápido que el británico, así que no tuvo más que mantener su ritmo.

Si Zarco atacó el liderato del Mundial con una victoria, Rins (segundo) puso sus cartas sobre la mesa: es un novato, sí, pero le sobran hechuras. Y tras tres carreras en la categoría y un podio, es segundo a cuatro puntos del francés.