“No pueden poner un árbitro serbio en este tipo de partidos”
Mientras el vestuario carga contra el colegiado Simeone destaca la reacción de su equipo
Entre la idea de partido que tenía Simeone en la cabeza y la que resultó después hubo tantas diferencias como las existentes entre un huevo y una castaña, el tocino y la velocidad o todo el refranero español relativo a lo diferente junto. Sin embargo, el argentino acertó a readaptar su fallida visión porque encaró de frente ese lienzo que él creía horizontal para darlo la vuelta y con él a todo el Atlético. “Lo mejor del partido fue la reacción que tuvimos, otro equipo que se fuera lastimado al descanso como nosotros en el segundo tiempo acaba cediendo”, valoró el argentino, asumiendo la fría salida al campo de su equipo, algo que trató de modificar con aspavientos continuos desde la zona técnica. No se movió más que otras veces el Cholo, pero agitó y agitó los brazos pidiendo socorro al público llovían sobre su área disparos lejanos que obligaban a Oblak a lanzarse de un lado al otro de su portería. “Es importante no haber encajado un gol en casa. Trabajamos mucho en un partido muy duro y con el cero a cero veremos qué pasa en el próximo partido”, resumió el meta esloveno, protagonista absoluto en la primera mitad, más alejado de los focos en la segunda parte.
Es importante no haber recibido un gol. Veremos qué pasa"
“La eliminatoria no está donde queríamos, pero está abierta. Así fuimos a Londres el año pasado (para enfrentarse al Chelsea). Nos hubiese gustado marcar un gol, pero iremos allí a ganar, como siempre”, aseguró Mario, poco antes de cargar duramente contra el árbitro del encuentro, el serbio Milorad Mazic, desde ayer persona non grata en casa de los Suárez. “Es muy malo, no pueden poner un árbitro serbio para este tipo de partidos, con todos mis respetos. Espero que para la vuelta pongan un árbitro mejor”, añadió el medio rojiblanco, que no tendrá el disgusto de poder reencontrase con él en el Bernabéu ya que vio la tarjeta amarilla y no podrá participar en el encuentro de vuelta dentro de siete días.
Las quejas rojiblancas no se quedaron solo en el medio madrileño. El duelo, intenso, caliente y típicamente de derbi, se centró cotidianamente en las diversas batallas mantenidas por Mandzukic con toda la zaga del Madrid. El croata tuvo que ser atendido tras recibir un codazo de Ramos que le dejó sangrando por la nariz. “Mandzu hizo un partido bárbaro, compitió con dos jugadores extraordinarios y creo que el golpe de Ramos fue sin querer. Cabeceó la pelota y después tuvo contacto con el jugador”, defendió Simeone, que no quiso valorar una posible agresión de Carvajal sobre el delantero. “No lo vi”, dijo. "Yo no he mordido a nadie", sostuvo el lateral del Madrid.
Más allá de repasar las acciones arbitrales, si algo anotó en su libreta Simeone fue la necesidad de subir la intensidad de sus jugadores en la primera mitad para evitar un achuche similar en el Bernabéu. “Es normal que el rival juegue como lo hizo en el primer tiempo, es lo que saben hacer. Para que no pase eso tenemos que entrar con una intensidad mayor y reaccionar para volver a atacar mejor que como los hicimos en el primer tiempo. Nosotros vamos con la idea de hacerlo lo mejor posible”, sentenció Simeone. ¿Vale de algo el dato de que el Madrid lleva siete partidos consecutivos sin ganarles?, le cuestionaron después. “No valieron los 14 años sin ganar ya que un día se ganó en la final de la Copa del Rey”, respondió veloz el técnico del Atlético. “El partido de vuelta va a ser un encuentro con los detalles más lindos que tiene el futbol: ansiedad, temor, responsabilidad… Son los que nos hacen a todos enamorarnos de este deporte”, cerró el argentino. “Hemos acabado el partido como queríamos sin encajar un gol. El Madrid salió más enchufado que nosotros, con más intensidad. Nos metieron muy atrás y encontraron espacios con facilidad. Esperamos que el partido en el Bernabéu sea como el de Copa”, abundó el capitán Gabi.
Dureza subterránea en el derbi
Cuando en un encuentro se comenten 30 faltas este puede clasificarse como mínimo de intenso. La imagen de Mandzukic sangrando tras recibir un codazo en la cara ayuda a cimentar esa categorización. Sin embargo, atendiendo a los números finales, el enfrentamiento del Calderón tuvo más dureza subterránea que la que advirtió el árbitro del encuentro. De las 11 cometidas por el Madrid, el delantero croata solo recibió una mientras que fue autor de siete, el máximo de su equipo. Para el colegiado Mazic, el croata fue más verdugo que víctima a pesar de haber tenido que ser atendido en la banda por una secuencia de goles que lo dejaron grogui.
Del otro lado, Sergio Ramos y Marcelo resultaron víctimas de cinco infracciones, los más afectados, seguidos de Modric con cuatro. Koke fue el rojiblanco que más veces terminó en el suelo, con tres. La dureza empleada por ambos equipos a la hora de defenderse estuvo a la altura de lo esperado en un encuentro con tanta carga sentimental, pero no destacó especialmente para el árbitro que repartió infracciones, no así amonestaciones. De las treinta faltas señaladas solo cinco fueron motivo de tarjeta amarilla: tres para los locales, dos para el Madrid.
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