El Getafe se agarra a Primera a costa del Deportivo

En la lucha por eludir el descenso de esta Liga una victoria te da un tanque de oxígeno y una derrota te deja como estabas. Es lo que pasa cuando todos pierden siempre. Con el tropiezo de ayer en Getafe, el Deportivo acumula ya siete jornadas sin ganar, solo dos puntos de 21 posibles, pero mantiene aún la cabeza fuera del pozo. El Getafe, que tampoco anda sobrado, abre un hueco de siete puntos con el descenso, casi podría considerarse salvado viendo el nivel.

La primera parte evidenció todos los males del Dépor: mal delante y mal detrás. Incapacidad para ser incisivo en el área contraria y candidez en la propia. El primer gol del Getafe fue un ejemplo. Hasta tres veces tocaron los azules el balón de cabeza en el área contraria sin que los defensas pudieran alejar el peligro. Tras la triangulación aérea el cuero llegó franco a Alexis, que se había sumado a rematar el córner, y fusiló a Fabricio.

El Getafe tenía ante sí a un rival manso y no pisó el acelerador más de la cuenta, le bastaba con ponerse serio a la hora de interrumpir el escaso caudal ofensivo del conjunto gallego. Pero la defensa deportivista invitaba a ser atacada, por eso Sarabia se animó a entrar en el área, casi caminando, mientras los zagueros solo le acompañaban, sin presionar. Su pase atrás lo recogió Escudero para poner tierra en el marcador.

Con 45 minutos tirados a la basura, el Dépor salió consciente de que peor era imposible. La entrada de Cuenca y Cavaleiro dio profundidad por las alas y las ocasiones surgieron casi sin esfuerzo. Lucas Pérez se llenó de balón y su volea se fue a las nubes. Lo mismo le pasó a Oriol Riera poco después, cruzó en exceso cuando estaba solo ante Guaita. Cuando Toché embocó por fin aún quedaban 12 minutos, pero el Getafe cerró todo camino al área. Se quedó corto el Dépor, es lo que suele pasar cuando desperdicias medio partido.