Pedrosa sufre un nuevo varapalo

El Gran Premio más aciago para los pilotos españoles en la última década dejó la peor noticia: Dani Pedrosa anunciaba que deja las carreras temporalmente para recuperarse de los problemas que sufre en el antebrazo, al menos eso se dedujo de su discurso, que no admitió preguntas. “Así no puedo seguir”, lamentaba el piloto catalán tras una carrera en la que consiguió la sexta plaza. Y anunció que su principal preocupación ahora para por resolver el problema, de modo que seguirá consultando más opiniones médicas, como ya hizo este invierno, hasta dar con la solución. No queda claro, sin embargo, cuándo volverá a correr. Fuentes cercanas a su equipo creen que estará el 12 de abril en Austin para participar en el Gran Premio de Las Américas.

Los problemas de Pedrosa no son nuevos. Desde el comienzo de la temporada 2014 sufre dolores y pérdida de fuerza en su mano debido al conocido como síndrome compartimental, una lesión bastante habitual entre los motociclistas y que se produce cuando los músculos del antebrazo se inflaman y oprimen los nervios, lo que afecta a la circulación y provoca dolor y pérdida de sensibilidad. El piloto de Sabadell fue operado en mayo del año pasado por segunda vez de la misma dolencia y en el mismo brazo, pero según reconoció él mismo ayer en Qatar la intervención “no ayudó en ningún sentido”. Y ninguno de los doctores consultados hasta la fecha, incluido Xavier Mir, el que lo operó, recomienda una tercera operación.

El año pasado, tras la intervención, Pedrosa volvió a la competición con tan solo 10 días de reposo, algo habitual en los pilotos, por otro lado. Según algunos terapeutas, más descanso podría haber ayudado al piloto catalán porque no todo el mundo reacciona igual tras la cirugía.

La engorrosa dolencia del piloto ya afectó, según explicó él mismo tras la última carrera, a los resultados en competición. Sus brazos, tan menudos, parecen no soportan la tensión de las carreras. "Hasta ahora había superado todas las pruebas de esfuerzo que se le hicieron en invierno", explicó el Director de Comunicación de HRC, Livio Suppo. Aún así los problemas se reprodujeron en la primera carrera del curso. Nada, ni aquel simulador que imita los cambios de dirección en la moto y con el que jugueteaban los pilotos de Honda unos días antes de que empezara el Mundial, reproduce los movimientos, la fuerza y el estrés de una carrera. Pedrosa, que siempre ha sufrido consecuencias gravísimas en los accidente por su menudo cuerpo y pequeña musculatura, añade ahora otro problema a su lista de lesiones. Su físico (160cm, 51kg) no solo ha sido un handicap para pilotar las pesadas MotoGP, sino también para amortiguar las caídas.

Las dudas sobre su continuidad llegan en una época de cambios para Pedrosa. Al final de la temporada 2013 rompió con Alberto Puig, quien ejercía como representante y asesor, y hace unos meses cambio a su equipo de mecánicos, entre ellos al ingeniero de pista, Mike Leitner, que le acompañaba desde que fuera campeón de 250cc.

Pedrosa, que cumplirá los 30 este año, nunca ha podido derribar el muro de la máxima categoría del motociclismo. Después de proclamarse campeón de 125cc y 250cc, su debut en Moto GP en el año 2006 fue esperanzador, sumó dos victorias y empezó a acumular experiencia ante un futuro asalto al título. Pero, nueve años después, sigue peleando por ganar el título de la máxima categoría. A pesar de todo, tras nueve años en el mejor equipo, el Repsol Honda, la fabrica japonesa le renovó en 2014 por dos años más y pese a conocer sus problemas físicos. Desde que debutará en 2006 todos sus compañeros de equipo, desde Hayden a Márquez, pasando por Stoner, han sido campeones del mundo. Su equipo sigue confiando en él y, a la espera de sus decisiones más inmediatas, sus motos estarán esperándole en un par de semanas en el circuito de Las Américas. La noche del sábado estaban empaquetadas para iniciar el viaje sin saber si alguien montará en ellas.