“Me siento responsable y veterano, un viejito casi”
“¿Puedo hacer la entrevista con la capucha puesta?”, pregunta Andrés Iniesta (30 años). Es domingo, luce el sol en Las Rozas pero hace rasca porque sopla el viento de la sierra. El futbolista que remató el Mundial ante Holanda en Johannesburgo, el mismo que también estuvo en Salvador de Bahía el día de la humillante derrota en la fase de grupos, se ríe mientras le dice al fotógrafo que espabile porque se tiene que ir a comer. Se ha hecho mayor el de Fuentealbilla y se le nota, a punto de ser padre por segunda vez. Está de buen humor, o lo parece.
Pregunta. Juega contra Holanda. ¿Se acuerda más de Johannesburgo o de Brasil?
Respuesta. Tiendo a quedarme con lo bueno. Son recuerdos distintos, evidentemente. Pero lo bueno y lo malo pasó, y prefiero mirar hacia delante. A Holanda me unirá siempre lo más importante que he vivido en el fútbol; pero más allá de eso, seguimos avanzado y me apetece jugar en Ámsterdam, es un campo bonito.
P. Con aquel gol, ¿le cambió más la vida a usted o al fútbol español?
R. Si cambió, fue para bien. Pero en lo que a mí respecta, sigo siendo el mismo. Bueno, han pasado cinco años, eso sí. Creo que tiene más incidencia en lo exterior que en lo interior. Tampoco pienso en aquel día cada mañana, pero no sé, si sale la imagen por la tele o en algún bar y hay algún póster colgado, entonces sí, te vienen recuerdos y siempre buenos. Nunca volveremos a ganar el primer Mundial. Con un poco de suerte, vendrán otros, pero aquel siempre estará ahí. Es como el primer beso, siempre es especial.
P. Dicen que no mete goles, ¿aquel gol vale por todos?
R. No, pero es el más importante que marcaré nunca.
P. ¿Dónde tiene la camiseta?
R. La regalé, sólo me quedé con las botas. Y la camiseta interior está en el campo del español [por la dedicatoria al fallecido Dani Jarque]. Eso de los goles, mira, claro que me gustaría marcar más. Y sigo intentando mejorar en todos los aspectos, pero mi valoración sobre lo que hago no depende de si marco goles o no.
P. Pero el otro día dijo que sus estadísticas no son buenas.
R. Porque las estadísticas de goles y asistencias lo dicen. Otra cosa es que si un año di 15 asistencias tampoco la consideré mi mejor temporada. Pero yo no juzgo mi rendimiento por eso. Yo sé cómo juego y cómo me siento. Sé cuándo puedo dar más o hacerlo mejor. Meter más goles ayudaría más al equipo, pero eso sólo me haría diferente para los demás. Y yo siento la confianza de mi entrenador y mi equipo.
“En Brasil el equipo estaba bien, pero contra Holanda todo salió de culo”
P. ¿Caer en la primera fase de Brasil fue tan traumático que han empezado un ciclo?
R. Llámale ciclo, transición, el adjetivo que quiera. Después de una decepción y un batacazo tremendo ha venido gente nueva, tenemos nuevos retos e ilusiones. Son momentos, el tiempo pasa.
P. ¿Ya ha encontrado una explicación a lo ocurrido en Brasil?
R. Fue muy raro. Antes de empezar las sensaciones eran muy buenas. El equipo estaba bien, pero contra Holanda todo salió de culo. El 1-1 antes del descanso nos pesó como una losa [1-5 al final]. Nos venimos abajo inexplicablemente. Y la falta de confianza nos llevó a que contra Chile fuera imposible ganarles. Un poco inexplicable. Pero me niego a recordar lo que he vivido en la selección únicamente por esa experiencia
P. ¿Hasta qué punto cree que ha marcado una época? Héroes, les llama Del Bosque.
R. Realmente no pienso en eso. Igual, cuando pasen los años, lo deje y repase mi trayectoria, veré que hay una selección que hizo muy bien las cosas. Me siento muy orgulloso y feliz de lo que he vivido en primera persona. Es gratificante haber conseguido tantos sueños. Lo que venga no tiene por qué ser peor. Y Del Bosque siempre es muy generoso.
“Siempre he entendido el futbol de una forma muy clara. Y seguiré jugando como lo siento”
P. ¿Siente que esta temporada se ha tenido que reinventar para jugar en el Barcelona?
R. No, siempre he entendido el futbol de una forma muy clara, antes y ahora, y he trabajado de la misma manera para ganarme el puesto y poder jugar en el Barça y la selección. Seguiré jugando como lo siento. Eso no ha cambiado. Han podido cambiar cosas, pero yo no las percibo; para jugar he de estar al 200 por ciento y trato de rendir en función de lo que pide el entrenador. Entreno lo mejor posible y juego. No hago 13 para jugar y antes hacía 10.
P. Pero en el campo hace cosas que no hacía.
R. ¿Cuáles?
P. Desde el momento en que hay menos conservación de balón el papel de los centrocampistas ha cambiado, y a partir de ahí, trata el balón de otra manera y se asocia de otra manera. Los pases son más largos y más verticales muchas veces, ¿no le parece?
P. Son detalles. Antes dominábamos más los partidos. Es distinto. Pero no cambia tanto, sólo hay situaciones que no son iguales. Nada ha sido igual de un año a otro nunca, siempre hay matices. La pasada fue distinta de esta y esta lo será de la siguiente. Mi única idea es jugar a futbol e intento disfrutar al máximo.
P. ¿Disfruta o sufre?
R. Sufro cuando toca sufrir, pero disfruto. Estoy capacitado para sufrir. Siempre he trabajado. Lo que pasa es que parece que antes no corríamos y corríamos, claro que corríamos. Y Si no corres, no juegas; ha sido así toda la vida en el Barça y en todos sitios.
P. ¿Por qué hay gente que dice que este equipo juega igual a como lo hacía el de Vilanova?
“Si no corres, no juegas; ha sido así toda la vida en el Barça y en todos sitios”
R. Al final llevamos mucho tiempo jugando de una forma determinada y a eso se le pueden unir otras características; en ataque somas más rápidos para aprovechar que delante tenemos lo que tenemos. Si tienes a esos tres bichos, ¿por qué no los vas a activar? Pero eso también lo buscábamos antes porque siempre hemos tenido tres delanteros muy buenos. Lo que pasa es que a veces nos falta paciencia porque no siempre consigues tener el control. Pero el equipo ha crecido; si nos dicen que estamos en condiciones de ganar tres títulos… Y venimos de no ganar nada con un equipo rehecho. Tememos un entrenador nuevo, nuevos jugadores, es un proceso de crecimiento y la línea es ascendente.
P. Usted conoce a Luis Enrique desde hace tiempo porque compartieron equipo. ¿Ya era igual de gruñón?
R. Fue mi capitán, sí. Pero... ¿gruñón? Él siempre ha sido así, tiene su forma de transmitir.
P. ¿Le ha tocado asumir responsabilidades?
R. Siempre he asumido mi responsabilidad. Soy un chico muy responsable.
P. ¿Ya le miran como a un líder en los vestuarios?
R. No he tenido esa sensación.
P. ¿Manda más o lo parece?
R. No, me siento responsable y veterano… un viejito casi.
P. ¿Me explica lo de Messi?
R. Es difícil de explicar. Cada semana hace cosas que sólo sabe hacer él. Para mí lo más fuerte es que sólo tiene 27 años y que hace que lo extraordinario sea normal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.