Verratti, el aire fresco de Italia
El centrocampista, asentado en el PSG, es titular con la selección italiana al faltar Pirlo y De Rossi ● “Con nueve años tenía los andares y el toque de Rivera”, dice su descubridor
Marco Verratti tiene 22 años. Se fue de Italia con 19 y no ha vuelto. Dejó Pescara (una pequeña ciudad en el centro del país) y eligió París y el PSG porque vieron en él algo más que una promesa. “En la Juve me hablaban de futuro, en el PSG del presente”, dijo cuando se marchó en verano de 2012. Hace vida de italiano en París y guía el centro del campo del equipo francés como si fuera un veterano. Deslumbra en Europa pero no en Italia donde siguen sin verle como un jugador para el presente. Por Pirlo, pero no solamente por eso. “La diferencia entre el extranjero e Italia es que en Italia si fallas dos veces no te conceden una tercera oportunidad”, se desahogaba el pequeño volante (mide 1,65) a mediados de marzo después de clasificarse para cuartos de final de la Champions.
Dicen de él que es un tipo con las ideas muy claras, que las tenía ya cuando era pequeñito. Con 9 años le descubrió Giorgio Ripetto, ahora director general del Pescara, equipo en el que se formó Verratti y con el que ascendió a Primera en 2011-12. “En realidad se descubrió él solito de lo bueno que era”, cuenta Ripetto en conversación telefónica. “Yo entrenaba al equipo en el que jugaba su hermano, el Arabona Manopello. Eran chicos del 87-88 y él, del 92, se entrenaba con ellos. El primer día que le vi me recordó a Gianni Rivera, por sus andares y por como tocaba el balón. Con el tiempo ha ido construyéndose su propia forma de jugar”, desvela Ripetto al mismo tiempo que recuerda que con 13 años Verratti fue a hacer una prueba con el Inter. “No la pasó porque era muy, muy bajito. Eran los años en los que parecía que si no pesabas 100 kilos y no medías 1,90 no podías jugar al fútbol. Menos mal que luego llegó el Barcelona de los bajitos”, recuerda ahora. Cesc Fabregas, de hecho, dijo hace poco que Verratti le recuerda a Xavi. “Porque sabe girarse rápidamente y por el gran control de balón que tiene”.
En Italia si fallas dos veces no te conceden una tercera oportunidad Verratti
Este sábado contra Bulgaria será titular porque no están ni Pirlo ni De Rossi. “Tiene que coger de la mano a la selección y tomar las riendas del centro del campo. Ha llegado su momento, las lesiones de los demás tienen cosas negativas y cosas positivas como estas”, explicó Antonio Conte. Verratti lleva 10 presencias con Italia. Debutó en agosto de 2012 pero nunca se hizo con un puesto de titular. Cesare Prandelli confiaba más en la madurez de Thiago Motta; Conte tiene a Pirlo delante de la defensa –fue el quien le convenció para que volviera a la selección después del Mundial- y no ve a Verratti de volante como en el PSG. Entre otras cosas porque sus centrocampistas hacen un trabajo completamente diferente al del pequeño Verratti. Juegan siempre sin balón, corren mucho y atacan el espacio en profundidad para abrir hueco a los delanteros.
Y esas no son las características del chico crecido en el Pescara primero con Zdenek Zeman y luego con Eusebio Di Francesco. “De Marco siempre me llamó la atención por su gran calidad a la hora de gestionar la pelota. Ya de niño jugaba con simplicidad y despreocupación en todas las situaciones, incluso las más complicadas”, explica por teléfono Di Francesco, exinternacional y ahora entrenador del Sassuolo. “Ha crecido mucho tácticamente, le veo más consciente de sus capacidades”, añade.
Hizo una prueba con el Inter. No la pasó por bajito. Eran los años en los que parecía que si no pesabas 100 kilos y no medías 1,90 no podías jugar al fútbol", dice su descubridor
Seguro de si mismo, Verratti asume que Pirlo (35 años) sólo hay uno –“y difícilmente sustituible”-, pero quiere convertirse en el líder de la selección italiana. “Estoy entendiendo lo que Conte quiere de mí: me ha pedido que juegue rápido y acorte las distancias entre la defensa y el ataque”, dijo el jueves el jugador. “Tiene carácter pero también humildad y simpatía y se hace querer. Si no, no conquistas a un vestuario de estrellas como el del PSG”, dice Ripetto que recuerda que Verratti siempre se comportó como uno más. “Era el jugador con más calidad del Pescara y nunca lo hacía pesar, era el que llevaba los petos, los conos y desplazaba las porterías en los entrenamientos”, añade.
“Sería bonito ser el símbolo del recambio generacional de esta selección”, dijo el jueves el centrocampista. Le costará. En Italia todos (Lippi, Sacchi, Mancini han sido los últimos en hacerlo) se quejan de que hay demasiados extranjeros en el campeonato, pero el de más talento ha tenido que buscarse la vida fuera porque nadie le consideraba un jugador hecho.
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