El destino de Fernando Torres
Simeone tenía previsto que el tercer cambio fuera Gabi, pero al cargarse con una tarjeta cada uno los centrales del Leverkusen optó por dar entrada al delantero
Fernando Torres fue muy decidido al punto de penalti. La tanda estaba igualada a dos y a él le correspondía el quinto del Atlético. Colocó el balón, dio media vuelta hasta salir a la media luna y emprendió la carrera sin respiro. Acertó con el lanzamiento con un toque ajustado y a media altura. El error de Kiessling, le convirtió junto a Oblak en decisivo para que el Atlético, por primera vez en su historia ganara una eliminatoria europea en los penaltis tras tres eliminaciones. Sin embargo, la feliz noche de Torres pudo no darse si Simeone hubiera decidido ejecutar el cambio que tenía previsto cerca de la hora de juego.
Mandzukic renqueaba de su tobillo izquierdo y Gabi ya estaba preparado para reemplazarle. Se había despojado del chándal y el delegado rojiblanco, Pedro Pablo, tenía preparado ya el cartel para solicitar el cambio al colegiado italiano Rizzoli. Simeone lo frenó cuando habló con el croata y este le dijo que podía aguantar. Gabi y Torres continuaron calentando. Simeone aún tenía en la cabeza que entraría el capitán hasta que Toprak cometió una dura entrada sobre Arda Turan y vio la cartulina amarilla. Esa tarjeta, sumada a la que había visto en el primer tiempo Spahic, el otro central del Leverkusen, hizo cambiar los planes de Simeone.
El técnico del Atlético primero exprimió a Mandzukic todo lo que pudo y cuando tuvo que reemplazarle eligió a Torres con el objetivo de buscar una posible expulsión o una bajada de intensidad de Toprak o Spahic por ese riesgo de dejar a su equipo con 10 en la prórroga.
La decisión de Simeone posibilitó que Torres jugara ese papel decisivo en la tanda de penaltis y debutar en la Champions en el Calderón. “En el momento en el que entró el balón casi se me sale el corazón por el pecho”, describía un emocionado Torres. “Fernando tiene experiencia, historia, jerarquía, y por eso le dimos el quinto penalti”, explicó Simeone en la sala de prensa.
Su carrera está repleta
En una de las últimas tandas de penaltis en la que estuvo presente Torres, la de la final de la Liga de Campeones de 2012 que el Chelsea le ganó al Bayern, no fue escogido por Di Matteo. “Y o nunca había tirado un penalti con el Chelsea. Los jugadores importantes están para los momentos importantes y yo estaba disponible. Él eligió a otros cinco y le salió bien”, recuerda Torres.
El Niño no ha sido un gran especialista desde los 11 metros, pero con 17 años ya decidió una final de un Europeo de la categoría contra Francia celebrado en Inglaterra. Ese día llevaba debajo una camiseta con la que tenía previsto homenajear a Iniesta si marcaba. Por entonces, ya le unía al volante azulgrana una gran amistad y una admiración mutua. Durante el torneo, Iniesta fue víctima de una persecución brutal por los jugadores alemanes, que no pararon hasta que le lesionaron y le dejaron fuera de la final. La noche previa, en la habitación de Iniesta, Torres se hizo la camiseta con la dedicatoria.
El sábado, ante el Getafe, la lesión de Mandzukic le dará la titularidad
Su carrera está repleta de anécdotas ligadas al destino o a las premoniciones. Antes de jugar la final de la Eurocopa de 2008, Luis Aragonés le dio un beso en la frente y después le dijo que iba a marcar el gol de la victoria. Así fue. Su estreno como goleador en el Atlético, al Albacete, en el primer año del club en Segunda, marcó tras reemplazar a Kiko, su ídolo. Aquello fue interpretado como el cambio generacional que finalmente se dio.
Con Mandzukic lesionado —sufre un esguince de tobillo— puede que ahora el destino le guarde para el sábado marcar su primer gol en la Liga desde su regreso. El Atlético se mide al Getafe y el Calderón ansía cantar un tanto suyo en juego.
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