Una virguería de Jonathas estimula al Elche
El delantero brasileño asiste a Víctor tras realizar una elástica maravillosa para que su cabezazo terminase con las aspiraciones de un Almería sin premio
Lo celebró más el asistente que el finalizador. Bien merecía una larga sonrisa semejante maniobra, tanto por lo bonito como por lo efectivo. Jonathas escondió el balón con una elástica, cambiando bruscamente la ubicación de la pelota con un movimiento violento de tobillo ante Ximo Navarro, roto, y su centro con la pierna izquierda llegó hasta Víctor Rodríguez, que de cabeza superó al meta Julían, del Almería. Así, con una escena que se produjo en el minuto seis del partido, tan resultona como definitiva, superó el Elche al conjunto andaluz, en un encuentro en el que se desarrollaron muchos partidos en su interior, con momentos en los que tan cerca estuvo el segundo de los locales como el empate del cuadro de Juan Ignacio Martínez.
ELCHE, 1 - ALMERÍA, 0
Elche: Tyton; Damián, Roco, Lombán, Cisma; Adrián, Pasalic, Víctor, Aarón (Rodrigues, m. 74); Fayçal, Jonathas. No utilizados: Herrera, Albácar, Mosquera, Herrera, Coro, Ángel.
Almería: Cuesta; Dubarbier, Dos Santos, Trujillo, Ximo Navarro; Soriano (Dani Romera, m. 75), Corona, Verza; Zongo (Espinosa, m. 66), Wellington, Hemed. No utilizados: Vélez, Casado, Thomas, Yerai, Azeez.
Goles: 1-0. M. 6. Víctor.
Árbitro: Del Cerro Grande. Amonestó a Aarón, Lombán, Adrián
23.127 espectadores en el Martínez Valero.
Algo mejor plantado en el campo, el Elche saltó con la intención de dominar el partido y lo hizo durante la primera media hora. Pasado ese tiempo, y ya con el gol de Víctor en el marcador, el Almería tuvo un arrebato de pasión, y comenzó a acercarse con peligro al área de Tyton. Sin embargo, el ritmo volvió a cambiar y en un saque de esquina, Enzo Roco envió el balón al fondo de la red tras un mal despeje del portero Julián, que el árbitro anuló, sin que aparentemente, instintivamente, y legalmente, mediara razón alguna. En el siguiente compás, al otro lado del campo, Dubarbier, que junto a su compañero en el otro flanco de la defensa se las vio y deseó con Víctor y con Aaron respectivamente, envió el balón al poste en un lanzamiento de falta.
Un péndulo imaginario volvía a ser el eje del partido, sin dueño reconocido, con intercambio de golpes, con entretenimiento en todo momento. Pero, el que gana siempre se divierte un poco más, por eso al Almería empezó a acabarsele la paciencia, y eso a veces descuida los pies al intentar tapar la cara. Volvió a ser Víctor el que pudo sentenciar el encuentro, pero cuando lo menos complicado parecía introducir el balón en la portería, su remate, blando, salió fuera sin que hubiera un opositor enfrente.Lo más parecido que vivió el Almería, pero con cierto toque descafeinado, fue un cabezazo de Hemed, menos liberado que su rival en la anterior jugada, y que no consiguió imprimir la fuerza suficiente a un cabezazo que llegó sin demasiada malicia a las manos de Tyton.
Los últimos minutos del partido mostraban que el destino final se veía algo borroso, pudiendo alumbrar en distintas direcciones si se daba la circunstancia. Finalmente
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