“¿No te gusta que esté aquí? Pues aquí estoy”
La árbitra víctima de insultos sexistas dice que afronta con más ganas el próximo partido y Antiviolencia exige una multa proporcional
La andanada de insultos sexistas que recibió la árbitra Laura Jiménez en el Tesorrillo-Jédula de la Regional andaluza llegó este jueves hasta la Comisión Antiviolencia, que trató el caso en su reunión semanal en el Consejo Superior de Deportes. “Si tales hechos han tenido como única consecuencia sancionadora una multa de 50 euros, se está produciendo una nueva desconsideración hacia la mujer destinataria de tan graves insultos, relativizando con ello la gravedad de los mismos, trasladando un mensaje equívoco a la sociedad y gravemente lesivo para las mujeres. Por ello, en su comunicación a las federaciones española y andaluza, les trasladará la necesidad y exigencia legal de que la sanción sea una consecuencia proporcional a los hechos cometidos”, detalló la Comisión en un comunicado. Además, propuso a los clubes que se guarde un minuto de silencio en sus partidos de esta jornada por cada mujer asesinada en casos de violencia de género.
“¿Qué no te gusta que esté aquí? Pues aquí me tienes”. La colegiada, de 21 años, que tuvo que soportar insultos como “puta”, “zorra” y un extenso catálogo de cánticos sexistas, entiende ese mal trago como un motivo más para volver a los terrenos de juego. “Quítate de ahí y vete a comer pollas”, le gritó un jugador expulsado, al que le han caído siete partidos, después de irse a la ducha. “Esto me motiva más. ¿Qué no quieres que esté? Pues aquí estoy”, responde con rabia, al otro lado del teléfono, algo abrumada por la atención que ha suscitado su caso.
Se hará un minuto de silencio por cada mujer asesinada en casos de violencia de género
De todo lo que tuvo que escuchar en San Martín del Tesorillo hubo una frase que le molestó especialmente. “Ojalá levantase la cabeza el tito Franco y os volviese a poner a las mujeres en vuestro sitio”, le espetaron a la colegiada. “A Franco déjalo donde está y no hay que recordarlo, y menos para esto”, dice ahora. Laura es estudiante de cuarto de Químicas y con el arbitraje se gana “un dinerillo”, entre 20 y 100 euros por partido, con el que paga los desplazamientos.
El campo del Tesorillo tenía ese día, según su recuerdo, uno de los laterales de la grada lleno. Es un campo de aficionados. “No fue solo un reducido número de personas como dijo el club”, critica. El Tesorillo, sancionado con 50 euros por la federación gaditana, le pidió perdón públicamente el martes y anunció la decisión de apartar definitivamente al jugador que también la insultó. Laura lamenta que ese comunicado llegara después de que el tema saltara a la prensa y que, al menos hasta este viernes, nadie del club ni ningún jugador le hubiera llamado para pedirle perdón.
La colegiada cree que la sanción impuesta al club es “una vergüenza”. Según fuentes de la Federación Andaluza, las multas por incidentes del público solo pueden variar entre 50 euros (la primera vez), 70 por una segunda vez (apercibimiento) y 100 euros si se reincide una tercera vez en la misma temporada.
La árbitra asegura que nunca le había pasado algo así. Que siempre hay insultos, pero no de esa manera. Sobre todo, le llamó la atención que en todo el partido no escuchara ni un solo insulto por cómo estaba arbitrando, sino por ser mujer. Este fin de semana volverá a dirigir un partido de juvenil. Lo hará, según cuenta, con más ganas. Le han dado todavía más motivos y rabia para seguir en los terrenos de juego.
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