Busquets se lleva la peor parte
El Barcelona conocerá hoy el alcance de la lesión del mediocentro, duda para el Madrid
Corría el minuto 39 de partido. Avanzaba Tomás Pina con el esférico hacia el área del Barça cuando se le fue un metro la conducción del balón. Con su larga pierna derecha pudo enviar el pase al costado izquierdo logrando que llegara a su destinatario, Jaume Costa, cuyo centro fue embocado a gol por Jonathan Dos Santos, pero la jugada obligó a Busquets a abandonar el terreno de juego en camilla, entre sollozos. Fue sustituido por Mathieu. No está nada claro cuándo volverá a jugar el catalán. “No tiene el hueso afectado, pero habrá que ver cuántos días estará de baja”, dijo tras el partido Josep María Bartomeu, el presidente del Barcelona. Pueden ser semanas.
“Es la noticia desagradable del partido, hay que ver cómo está”, aseguró Luis Enrique. En principio, Busquets se perderá el partido contra el Rayo Vallecano, el próximo domingo, el del Eibar, la semana siguiente, y puede que sea baja ante el Manchester City días antes de recibir al Real Madrid en el Camp Nou, algo que está por ver. A expensas de lo que dictaminen las pruebas que se practicarán hoy al jugador, los servicios médicos del club azulgrana confían en tener recuperado a Busquets para el crucial partido contra el Madrid, pero no está claro. Lo único cierto es el parte médico oficial: “Sindesmosis en el tobillo derecho tibio-peroneal distal con torcedura en rotación externa y pronación”.
El 5 del Barça abandonó el campo en camilla y entre sollozos tras un plantillazo de Pina
Lo de Busi recuerda a lo que le pasó a Bruno Soriano en la ida, jugadas que han marcado la eliminatoria. El capitán amarillo se torció el tobillo derecho y la consecuencia final resultó ser una rotura del tercio distal sin desplazamiento del peroné de la pierna derecha. Estará alejado de los terrenos de juego un mínimo de dos meses. El esguince sufrido por Busquets parece de gravedad y preocupó a sus compañeros, impidiéndoles celebrar la clasificación para otra final copera.
“Esperemos que no sea grave. Estamos contentos por clasificarnos para la final, pero Sergio tenía mucho dolor y hay que esperar a ver qué tiene”, se lamentó Iniesta. Piqué se manifestó en semejantes términos —“Lo de Busi es mala noticia, pero queríamos estar en otra final y lo hemos conseguido; podemos estar orgullosos tras pasar por pequeñas crisis”, dijo el central—; y en la misma línea se manifestó Luis Enrique, que rebajó la euforia al recordar que lo principal era pensar en el partido de Liga del domingo, antes de plantearse dónde prefiere jugar la final. “Lo importante es jugarlas”, dijo el asturiano, que le quitó hierro a la disputa entre los banquillos (Unzué y Uría, preparador de porteros del Barça y segundo técnico del Villarreal, respectivamente, fueron amonestados por el árbitro).
El Bernabéu sería un buen lugar”, dijo Bartomeu. Si el Madrid no quiere acoger la final, votarán por volver a jugar en Mestalla
Por temeridad propia, Pina se ganó la expulsión en el minuto 64 tras una dura entrada a Neymar cuando iniciaba desde el centro del campo la carrera hacia el área de Asenjo, jugada que marcó el partido pero que no impidió a Marcelino mostrar su orgullo por el comportamiento de sus jugadores: “No ha habido un equipo que le tirara tanto al Barcelona como nosotros”, dijo el técnico. Mientras, el presidente del conjunto local, Fernando Roig, reconoció que el Barça era justo finalista: “Si te meten tres en la ida y tres en la vuelta es que han sido mejores, aunque con la expulsión ha terminado el partido”.
Además del alcance de la lesión de Busquets, la duda, anoche en Castellón, era dónde debía jugarse la final. “El Bernabéu sería un buen lugar”, dijo Bartomeu. Si el Madrid no quiere acogerla, votarán por volver a jugar en Mestalla, donde los azulgrana ya ganaron al Athletic en 2009. “Lo importante no es el campo, es jugarla”, sentenció Iniesta.
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