Karabatic, el rey incontestable
Tras enlazar el Europeo 2014 y el Mundial 2015 con Francia, el central es elegido por segunda vez mejor jugador del mundo e iguala a Dujshebaev y Balic
Tiene 30 años y una genética ganadora tan desarrollada que ya cuando era un crío e iba a la escuela se cogía un rebote tremendo si alguno de sus compañeros destacaba por encima de él, fuere en lo que fuere. Tan voraz es su instinto competitivo que desde que optó por el camino de la élite eliminó la rendición y la derrota de su vocabulario, en el que sólo se concibe la victoria. Sus vitrinas particulares están tan pobladas de trofeos que, si no echa el freno de mano de aquí al final de su carrera, probablemente hablen del mejor jugador de balonmano de todos los tiempos. Pero de momento, a día de hoy, Nikola Karabatic (Niš, Serbia) es sencillamente el mejor. El rey sigue siendo el rey.
Así lo refleja el resultado final del sondeo planteado por la Federación Internacional de Balonmano (IHF), que hizo público su fallo tras recontar los 55.000 sufragios de periodistas y aficionados que votaron entre el 13 y el 20 de febrero. En la categoría femenina venció Györi Eduarda Amorim (35,2%), ganadora de la Champions en las dos últimas temporadas con el Györi y oro con Brasil en el Mundial 2013. La española Marta Mangué figuraba entre las cinco candidatas.
Con un 37,7% de los votos, Karabatic se impuso al danés Mikkel Hansen (21%), a su compatriota Thierry Omeyer (19,5%), al croata Domagoj Duvnak (13,9%) y al español Joan Cañellas (12%). “Es sencillo: quiero seguir disfrutando y ganando, escribiendo la historia de nuestro deporte. La diferencia entre un buen jugador y el mejor es el deseo por seguir ganando. El Mundial y este premio me motivan para intentar ser todavía más fuerte ”, explicaba a la agencia AFP el central, que el pasado 1 de febrero volvió a coronarse con su selección como campeón del mundo en Doha (Qatar).
LA BESTIA COMPETITIVA
Equipos
- Montpellier HB (2001-2005).
- THW Kiel (2005-2009).
- Montpellier (2009-2013).
- Pays d'Aix (2013).
- FC Barcelona (2013-2015).
Títulos
- Tres oros mundiales (2009, 2011 y 2015).
- Dos bronces mundiales (2003 y 2005).
- Tres oros europeos (2006, 2010 y 2014).
- Dos oros olímpicos (2008 y 2012).
- Dos Ligas de Campeones (2003 y 2007).
- Siete ligas francesas (2003, 2004, 2005, 2010, 2011 y 2012) y cuatro alemanas (2006, 2007, 2008 y 2009).
Premios individuales
- Mejor jugador del mundo (2007 y 2014).
- Mejor jugador de la Bundesliga (2007 y 2008).
- Máximo goleador de la Copa de Europa en 2007.
- Mejor jugador y máximo goleador del Europeo 2008.
- Mejor jugador del Mundial 2011.
Se trata de la segunda ocasión en la que Niko, como es conocido en el vestuario, eleva el cetro de mejor jugador del planeta. Antes lo hizo en 2007, cuando vestía la camiseta del Kiel y gobernaba en la Bundesliga alemana, la meca del balonmano. Ahora, después de completar un año magnífico que comenzó con un triunfo en el Europeo de Dinamarca, donde fue nombrado también MVP del torneo, y selló con el laurel mundial en Qatar, toma el testigo del croata Duvniak.
“Es el jugador ideal”, describe el seleccionador español, Manolo Cadenas. “Quizá no es el más virtuoso o el que hace las cosas más complejas; por ahí quizá sea superior Hansen. Pero es que lo hace todo bien: defiende, ataca, ordena, manda y decide. Si tuviese que irme a una guerra, me llevaría sin duda a un ejército de Karabatics. Con ellos, victoria asegurada”, agrega el preparador leonés, que igualmente valora el quinto puesto del catalán Cañellas, máximo goleador del Europeo 2014, en las filas del Kiel tras tener que salir por piernas de la Liga Asobal por la desaparición del Atlético: “Tiene un sexto sentido, la capacidad para pensar antes y mejor que los demás, para ejecutar un segundo antes una acción que el resto no termina de ver”.
No es el más virtuoso, pero lo hace todo bien: defiende, ataca, ordena, manda y decide"
Actualmente, Karabatic es el rey y su dominio es incontestable. Él dicta en el Barça y en Francia, pero como buen líder y buen deportista sabe que si no estuviera arropado por sus compañeros, tanto en el hábitat azulgrana como en el bleu, sus logros no serían los mismos. A sus 30 años, con un soporte físico superdotado, colecciona ya dos oros olímpicos (Pekín 2008 y Londres 2012), tres Mundiales (Croacia 2009, Suecia 2011 y Qatar 2015) y tres Europeos (Suiza 2006, Austria 2010 y Dinamarca 2014). Con este último galardón, ingresa en un club exclusivo: sólo dos mitos como Talant Dujshebaev (1994 y 1996) y el croata Ivano Balic (2003 y 2006) habían logrado hasta ahora dos veces el premio al mejor jugador del mundo.
Su carrera, no obstante, estuvo en peligro, pese a que el lo niegue de forma taxativa. En 2012 les salpicó de pleno a él y a su hermano Luka un caso de amaño para obtener beneficios a través de las apuestas deportivas. El pasado día 6 de febrero, la fiscalía francesa solicitó su procesamiento y pidió que se siente en el banquillo; él reitera su inocencia y remite una y otra vez, con calma y sin tapujos, a la labor de los tribunales. El caso le desvinculó del pomposo proyecto del Montpellier y del primer plano del balonmano. Buscó refugio en el modesto Pays d'Aix y después decidió salir de su país. El todopoderoso Barcelona fue el destino elegido.
Consumidor compulsivo de todo tipo de deporte, acude con frecuencia al Camp Nou para ver a Messi y al Palau para seguir a la sección de baloncesto. En la Ciudad Condal, lejos del ojo mediático y la polvareda de Francia, ha encontrado un lugar perfecto para reencontrarse y volver a instalarse en la cumbre. El curso pasado conquistó sin oposición la Liga Asobal, la Copa Asobal y la Copa del Rey; este se ha llevado al bolsillo, de momento, una segunda Copa Asobal. Sin embargo, su estadía en Barcelona le propone un desafío hermoso: alzar su tercera Liga de Campeones, después de haber ganado una con el Montepellier (2003) y otra con el Kiel (2007).
“Aquí soy feliz”, admite el francés, que lleva el 33 a la espalda en el Barça en homenaje a Dinart, asistente ahora del seleccionador Claude Onesta. Pese a esa bonanza vital, el PSG, que ha construido un proyecto multimillonario, quiere llevárselo a él y a su hermano a París. Tiene contrato con el club azulgrana hasta 2017 y una cláusula de rescisión de 2 millones de euros. Y es, por derecho propio, el rey.
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