Decide la pareja de El Cholo

Con el viento a favor por un penalti madrugador dudoso, el Atlético se deshizo del Almería con comodidad. Mirando al duelo del miércoles en Leverkusen, la celeridad con la que resolvió el encuentro le vino bien para economizar el físico. El duelo, de alguna manera, también asentó la pareja Mandzukic-Griezmann, que le hizo un destrozo en la primera media hora a la despistada defensa del Almería. Parecieron los defensas de JIM ir un par de segundos con retraso con respecto a la dupla rojiblanca. Esas concesiones permitieron al Atlético reducir el encuentro a una sola mitad. La segunda fue una feria de cambios de Simeone destinados a preservar a Griezmann, Mandzukic y Tiago ante ese compromiso en Alemania. En realidad, al Atlético le bastaron 30 minutos y le sobró una hora.

Fue dar Mateu Lahoz la orden de empezar y justificar Arda la trascendencia de su presencia en el juego de ataque del campeón. A la primera pelota que recibió montó una de sus escaramuzas a medias con Juanfran que tantos agujeros han creado en este curso entre las defensas contrarias. Esa asociación va camino de convertirse en la más determinante en la construcción del juego ofensivo del campeón. Solo con ese inicio de partido se explica lo que significa Arda para este Atlético.

A esa descarga inicial por la derecha se sumó Griezmann con un control excelso a un saque largo de Moyá. De espaldas, el francés imantó la pelota bajo su bota y se giró buscando una rosca que silbó la escuadra. Demasiado para el Almería en menos de un minuto. Y demasiado el penalti en contra con el que se vio cuando empezaba a tratar de estirarse. Puso Gabi una falta lateral en el área y Mateu apreció un empujón de Dos Santos a Godín. Estaba tan cerca el colegiado que es probable que, si hubo penalti, solo lo viera él.

Mandzukic ejecutó el penalti con destreza, esperando a que Julián se venciera antes de cambiarle la dirección del balón. El croata también fue decisivo en el segundo tanto. Otro saque largo de Moyá que ganó para asistir a Griezmann, lanzado a la carrera. Frío, con la cabeza alzada, superó la salida de Julián con un toque sutil. Esa es otra de las secuencias que más intenta explotar el Atlético. Un recurso de muy pocos toques, tan vertical como dañino para defensas con problemas para correr hacia atrás. La pareja también emergió en el tercer gol con ese intercambio de papeles en el que Mandzukic ejerció de asistente y Griezmann de finalizador. Arda puso una pelota pasada y el tallo croata se elevó para una dejada en la frontal del área pequeña. La ventaja era para Trujillo, al que Griezmann le sacó un gol rateril. Le apareció por la espalda para anticiparse, orientar el balón para sentar a Julián y marcar a puerta vacía.

Son ya 14 los goles que lleva Griezmann en lo que va de campeonato. Mantiene esa explosión goleadora que inició en San Mamés, justo antes del parón navideño. Las estadísticas y sus numerosos detalles técnicos le sitúan como el gran segunda punta del campeonato. La libertad que le concede Simeone para que se desenvuelva por todo el frente de ataque le ha afilado sobremanera. La hinchada del Calderón le percibe ya como su jugador más determinante y desequilibrante. Fue despedido con el estadio puesto en pie. También Mandzukic se fue al banquillo entre aplausos. La pareja se consolida con Torres al acecho por si acaso.