El nuevo Pepe
“Es un apoyo para los jóvenes”, dice Ancelotti del central portugués, que no ve una roja desde 2011 y este año suma apenas una amarilla en 22 partidos
Varane tiene el futuro en su mano, pero Pepe es Pepe. No recuerdo un error que haya hecho esta temporada, no recuerdo que perdiera la cabeza”, decía Carlo Ancelotti en octubre cuando le preguntaban día sí y otro también por Rafael Varane, por su proyección y por si podía convertirse en el central titular con 21 años.
Pepe es Pepe y, para Ancelotti, no hay nadie como él. Cuando el técnico italiano llegó a Chamartín, el central portugués quería marcharse. Hastiado por cómo habían ido las cosas con José Mourinho —le sentó después de que este defendiera públicamente a Iker Casillas y dijo que su problema era la edad y que había un joven como Varane que venía empujando fuerte—, se vio arrinconado. Había perdido protagonismo a sus 30 años (hoy tiene 32).
Su vuelta ha dado seguridad atrás, confianza, y personalidad", dice Ancelotti
Ancelotti le pidió que se quedara, le dijo que le necesitaba y que sería un jugador importante para él. Pepe se quedó y el año pasado cerró una de sus mejores temporadas con la camiseta del Madrid. Por continuidad, liderazgo, presencia física y saber estar. Se perdió la final de Lisboa por un problema muscular, pero, junto a Modric, fue el que más continuidad de rendimiento tuvo.
La última vez que le expulsaron fue en diciembre de 2011. Desde entonces ha visto 24 amarillas en 113 partidos (una cada 4,7 encuentros) y esta temporada ha sido amonestado sólo una vez en 22 partidos. Ha recibido más del doble de faltas (32) de las que ha cometido (15); Sergio Ramos, por ejemplo, suma 50 e incluso Nacho promedia más faltas que el portugués: 0,75 por partido por 0,68. Es un nuevo Pepe. Más limpio en el juego y más líder en el campo y también en el vestuario. La semana pasada, cuando la charla con Florentino Pérez en Valdebebas, habló como un capitán más.
Pepe volvió contra el Schalke. Al Madrid se le vio más seguro y con una línea de presión más alta. Varane, a su lado, también juega con más seguridad
Ausente en el último mes por un problema en la costilla, Pepe dejó la defensa del Madrid huérfana de liderazgo. En el Vicente Calderón nadie pegó un grito ni llamó a filas al equipo para reaccionar. Lo suele hacer Pepe (y también Sergio Ramos). Sufrió el Madrid sin él en las últimas cuatro semanas: en los balones aéreos pero sobre todo a la hora de adelantar la línea defensiva y de sacar el balón. Con Pepe en la zaga, el equipo consigue presionar más arriba, recuperar más rápido la pelota y tener más peligrosidad en ataque. Nacho y Varane siempre cumplen pero les falta la autoridad (y la experiencia) del portugués.
Pepe volvió contra el Schalke el pasado miércoles en Alemania. Al Madrid se le vio más seguro y con una línea de presión más alta. Varane, a su lado, también juega con más seguridad. ¿Qué supone la vuelta de Pepe para el juego del Madrid?, le preguntaron a Carlo Ancelotti ayer. “Su vuelta ha dado lo que él siempre da: seguridad atrás, confianza, y personalidad, sobre todo para los jóvenes que juegan atrás. Para ellos es un apoyo muy importante”, contestó el técnico, feliz por haber recuperado a su hombre de confianza.
Ausente en el último mes por un problema en la costilla, Pepe dejó la defensa del Madrid huérfana de liderazgo
En los días de buen tiempo a Pepe le gusta ir a pasear por el Retiro con sus dos hijas. La llegada de las niñas es uno de los secretos del cambio del central portugués. Hace poco confesó en una entrevista en Líbero que su sueño es dar la vuelta al mundo en auto-caravana. De momento, Ancelotti celebra que se haya hecho de nuevo con las llaves de la defensa del Madrid.
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